Un amor de otro planeta

72-Sin futuro

Damon, Betty, Alexandra y Jean entrenaban en el viejo almacén abandonado alas afueras de National city. Allí nadie podría escucharles por mucho ruido que hicieran. A pesar de tener que madrugar al día siguiente, se acostaron bastante tarde, tras una larga conversación.

-Damon: Debemos decírselo. Nos vendrá bien contar con ella.

-Betty: ¿Y nos creerá? Ya sabes cómo es...

-Damon: Tendrá que creernos.

-Alexandra: ¿Y cómo piensas hacerlo? No es fácil engañarla...

-Jean: Tiene razón. Estamos usando estas cosas - dijo, mostrando un pequeño aparato que llevaba escondido bajo la manga de su jersey - para que no pueda reconocernos por el olor, ¿y tú quieres contarle todo? Esto fue idea tuya...

-Damon: Lo sé... Pero no estamos consiguiendo resultados y nos quedamos sin tiempo. Necesitamos su ayuda.

-Betty: Sabes cómo acabará....

-Damon: No acabará así... Esta vez no.

-Alexandra: Eso no lo sabes... Y no pienso ponerla en peligro.

-Betty: Yo tampoco.

-Damon: Nadie la pondrá en peligro. Le contaremos la verdad y ella será quien decida si quiere ayudarnos o no. Si decide no hacerlo, no la obligaré.

-Betty: Está bien...

-Alexandra: De acuerdo...

-Jean: Si a vosotros os parece bien...

Damon, a las siete en punto, esperaba de nuevo a Lena y a Kara para llevarlas a sus trabajos. Primero dejó a Kara y luego fue con Lena a L-Corp. Mientras ella estaba en su despacho, Damon decidió dar una vuelta por las instalaciones hasta que Lena le necesitase.

Sin que nadie le viese, entró en uno de los almacenes tras usar un pequeño aparato para abrir la cerradura electrónica. Miró detenidamente en todos los cajones y estantes, cogiendo un pequeño objeto, cuando notó a alguien detrás de él.

-Mel: ¿Qué haces aquí? ¿Tú no eres el chófer...?

-Damon: Mel... - dijo sonriéndola.

-Mel: ¿Cómo sabes mi nombre?

-Damon: Porque te conozco...

-Mel: Yo a ti  no...

-Damon: Ah, claro, es por esto... - dijo mostrando el dispositivo bajo su manga - Si me permites desactivarlo, puede que te ayude...

-Mel: ¿A qué te refieres?

-Damon: Espera un segundo... - dijo apretando un botón- Ya. Vale, huéleme.

-Mel: ¿Perdona?

-Damon: ¡Huéleme, vamos!

-Mel: ¿Te caiste de la cuna de pequeño? No pienso hacer tal cosa.

-Damon: Oh, vamos, Mel, sólo un segundo. Necesito que me huelas para que creas lo que estoy a punto de contarte...

Mel miró al chico, confusa y olisqueó, sin acercarse demasiado.

-Mel: Un momento... Ese olor... - dijo acercándose un poco más - Eso es imposible...

-Damon: No, no lo es...

-Mel: No puedes ser él...

-Damon: Pues sí, lo soy...

-Mel: ¿Kieran....?