95- La larga espera

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Había pasado una semana desde el nacimiento de Alexander, y ahora que Mel ya no tenía que ocuparse del embarazo de su tía, ni del de su abuela, se había centrado completamente en Nia. 

Faltaban pocas semanas para que su hija naciera y aún no habían montado nada de lo que habían comprado. Así que ese día, decidieron ponerse a pintar el cuarto.

-Nia: No lo quiero rosa.

-Mel: No será rosa.

-Nia: Tampoco lo quiero blanco...

-Mel: ¿Amarillo?

-Nia: No....  Naranja.

-Mel: ¿Naranja?

-Nia: Pero uno clarito...

-Mel: De acuerdo, iré a por la pintura.

-Nia: Espera... Quiero que tenga pegatinas de lobos...

-Mel: ¿En serio?

-Nia: Sí, pero no lobos de verdad. Esas tan monas de dibujitos que vimos el otro día, ¿te acuerdas?

-Mel: Sí...

-Nia: Trae varios paquetes, quiero muchas.

-Mel: Pegatinas de lobos... - dijo, apuntándolo en un papel - Ochenta paquetes.

-Nia: ¿Qué haces?

-Mel: Apuntándolo. Estoy segura de que no vas a pedirme sólo pintura y pegatinas de lobos.

-Nia: ¿Has dicho ochenta paquetes?

-Mel: Has dicho que quieres muchas...

-Nia: Tres paquetes serán suficientes. Bueno, cinco, por si acaso.

-Mel: Traeré siete.

-Nia: Plástico, para no manchar el suelo, y pinceles pequeños.

-Mel: ¿Para qué?

-Nia: Quiero pintar lobitos en la cuna.

-Mel: ¿Por qué quieres hacer eso?

-Nia: ¿El qué?

-Mel: Llenarle el cuarto de lobos...

-Nia: Porque va a ser una lobita, como tú, mi vida... - dijo besándola.

-Mel: Sí, pero sigo sin entender porque quieres...

-Nia: Porque me hace ilusión que tenga lobos.

-Mel: De acuerdo. ¿Algo más?

-Nia: Helado... Ya casi no queda...

-Mel: Quedaban tres botes anoche.

-Nia: Me he comido uno para desayunar...

-Mel: Helado de chocolate... y caramelo, claro.

-Nia: Sí, claro.

-Mel: ¿Ya está todo?

-Nia: Creo que no falta nada...

-Mel: De acuerdo.

-Nia: Iré desempaquetando las cosas.

-Mel: Será mejor hacerlo cuando acabemos de pintar, podría mancharse o romperse algo. Tú quédate viendo la tele un rato.

-Nia: Vale...

-Mel: No tardo - dijo besándola. Volvió casi dos horas después, completamente cargada.

Un amor de otro planetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora