11-Un trocito de Krypton

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Pasaron un par de días más, en los que Lena seguía pendiente de Kara. La verdad era que parecía más animada, pero  a veces la notaba un poco distraída y sabía que estaba dándole vueltas de nuevo a lo mismo. En esos momentos, Lena intentaba distraerla con cualquier cosa

-Lena: Kara....

-Kara: ¿Hummm..?

-Lena: ¿Por qué no me cuentas cosas de Krypton? Me gustaría saber más sobre el lugar del que vienes.

-Kara: ¿Qué quieres saber?

-Lena: Todo lo que puedas contarme... - dijo sonriendo - Ven, siéntate conmigo...

Kara se acercó y se sentó a su lado, abrazándola.

-Kara: Bueno, creo que te habría encantado conocerlo...-Empezó. Le fue contando cosas sobre la tecnología de Krypton, sus costumbres, sus habitantes... Lena escuchaba encantada lo que Kara le contaba. En ocasiones la veía tan emocionada, que ella se emocionaba también y podía imaginarse el planeta como si lo tuviera delante, ya que Kara se lo contaba con todo lujo de detalles.  Le llamaba mucho la atención la tecnología de Krypton, descubriendo que estaban mucho más avanzados que en la tierra. Bueno, lo estuvieron.Kara le hablo de Kandor, la capital del planeta, de Argo, su ciudad, esa que aún seguía intacta en el espacio. - Te prometo que te llevaré a conocer Argo algún día. Si encontramos la forma de que puedas sobrevivir allí...

-Lena: ¿En serio...? Me encantaría, Kara.... Cuéntame más...

-Kara: Ya te lo he contado todo....

-Lena: Sí, pero no me has hablado de ti, de tu vida allí....

-Kara: Bueno, eso podemos dejarlo para otro día...

-Lena: Claro... ¿Y qué hay de tus poderes...? ¿Cuándo aprendiste a usarlos?

-Kara: Lo cierto es que no tuve poderes hasta que llegué a la tierra. El sol rojo de Krypton lo impedía.

-Lena: ¿Un sol rojo...?

Kara asintió. Seguía abrazando a Lena, que se había medio tumbado en el sofá. Miró a Kara, al ver que se había quedado callada.

-Lena: Kara... ¿Qué piensas?

-Kara: En que no puedo llevarte a Krypton, pero sí puedo llevarte a algo parecido...

Lena se incorporó, sentándose y mirándola.

-Lena: ¿Dónde?

-Kara: A la fortaleza de la soledad.

-Lena: ¿Dónde...? - repitió.

-Kara: Ven, te lo enseñaré... - dijo cogiendo a Lena en brazos y acercándose a la ventana.

-Lena: Kara...  Espera, ¿qué haces...?

-Kara: La única forma de llegar a ella es volando. Aunque, ahora que lo pienso. Deberías abrigarte... Mucho.

-Lena: ¿Cuánto es mucho?

Kara usó su supervelocidad y volvió con un buen montón de ropa para Lena, incluyendo un abrigo bastante gordo que la protegería del frío.

-Lena: ¿Tengo que ponerme todo eso? Kara, me voy a asar de calor...

-Kara: Al sitio al que vamos, no... Póntelo, vamos...

Lena la miró. Pudo ver un brillo especial en los ojos de Kara. Realmente estaba deseando enseñarle ese lugar. Y si tan importante era para ella, estaba dispuesta a echarse tres osos encima si era necesario y la protegía del frío. Se puso la ropa todo lo rápido que pudo. Luego miró a Kara.

Un amor de otro planetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora