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—Me voy porque si me quedo seré una distracción para ti, tienes una familia, no quiero que me busques porque tu vida, tu corazón ya no me pertenecen, le pertenecen a esa nena— Suspiró tras varios segundos de silencio. Mi corazón pedía a gritos que dejará de estar parado como un estúpido y fuera a buscarla, pero mi cerebro sabía que era una perdida de tiempo, el tiempo no jugaba a mi favor ese día,  su vuelo salía dentro de poco y el aeropuerto estaba a dos horas en coche —Y en parte porque tu loca prometida se ha metido a mi ducha más de una vez con un martillo. Sigo insistiendo que haber tijereado con ella en la bañera hubiera sido más lindo que recibir amenazas, pero ella me quiere a su forma
   Comento con burla. Emerson se limpio las lágrimas.
—Te amo, Danna Couffre. Y no me importa que digas, donde estés o cuanto tiempo pase, voy a buscarte
—Vas a ser el mejor pintor que este mundo haya conocido, no vas a necesitar más de mi.
—No, querida, el mejor pintor que este mundo haya conocido fue el que te crió, yo a su lado soy un simple imbécil que hace garabatos en un lienzo
    Supe que ella sonrió inmediatamente. No mentia, John Couffre era otro jodido nivel.
—Te amo
    Y finalmente cortó la llamada. Emerson volvió a la habitación con los ojos llorosos y volvió a sujetar a la niña, abrazandola.
—Parece un salami
     Comente, Alexis carcajeo. Volví a mirar a Olivia, esta vez con una sonrisa, sin creer que por fin, algo salido de Alexis no me daba repulsión verlo. Olivia, dormida, no de una manera tan angelical, pues en eso se parecía a mi, en las muecas raras, me transmitía calma, una calma que iba a necesitar al no tener a Danna Couffre a mi lado.

~•~

negué repetidas veces con una sonrisa, sin quitar la mirada de la pequeña cajita roja que Remington había puesto sobre la barra.
—No puede ser
    Comente con una sonrisa. Remington asintió abriendo esta misma, al menos el hijo de puta escogió una bonita sortija y no cualquier mierda.
—¡Remington claro que quiero casarme contigo!
—En realidad era para... oh bien, Sarah no importa tanto como tú, mi amor
—Chicos, ¿Sus madres no tomaron ácido folico en el embarazo?— Preguntó Charlie ante la escena tan homosexual que estábamos montando. Básicamente yo abrazado a Remington y besandole la mejilla. El alcohol me hacía un imbecil y este era la clara prueba de eso —Mierda, dejen las mariconadas y guarden eso, Sarah acaba de entrar
     Remington me empujó y guardo la pequeña cajita en su bolsillo. A los segundos Sarah se lanzó a sus brazos. Me estaba robando a mi amante
—Quítate, estúpida, él es mi prometido
    Comente apartandola de él con el pie. Remington rodó los ojos y volvió a besar a la muchacha
—Esta ebrio.
—Bebo porque el amor de mi vida se fue a Vancouver y yo tengo que mantener a un salami con piernas y brazos y una cara humana
   Alce mi vaso y Sarah suspiró, tocando mi mejilla.
—Dale tiempo, Emerson, y ve a buscarla. ¿O vas a dejar que se vaya y no hagas nada para detenerla? Entonces creerá toda su vida que te valió verga que se haya ido
     Asenti y volví a darle otro trago a la cerveza. Remington se levantó y rodeo a la enana por la cintura
—Vamos a cenar, Sarah, él tiene que seguir ahogando sus penas en alcohol.

     Minutos después, la pareja me dejo solo, rezando, alcoholizado, pero rezando que no la cagara en pedirle aquello. Conociéndolo,  metería el anillo en la langosta que probablemente comerían, Sarah se terminaría ahogando y Remington quedaría viudo antes de casarse. O al menos así sonó en mi cabeza, cuando le pidió matrimonio a Danna, la sortija más de una vez casi entra a su boca, estaba totalmente asustado por eso.

~•~

—¡Estas ebrio!
    Gritó Alexis horrorizada cuando caí en la cama boca abajo
—Ultimo día de libertad, tendré que despedirme del Beer Garden por mucho tiempo.
—¿Ya se fue esa zorra?
—Su vuelo salió hace como seis horas. Supongo que ya debió haber llegad hace siglos. Ah y gracias por amenazarla de muerte. Gracias, hija de perra
—Amor, ya tengo el vestido
     Cambio por completo de tema, buscando en su celular hasta enseñarme una foto de ella con un vestido de novia tipo princesa, asenti sin importancia y volví a cerrar los ojos.
—¿Por que no tomas lejía un rato y me dejas dormir?
—Porque soy tu futura esposa y tienes que escucharme quieras o no
—Si es que acepto, claro.
     Murmure, sin embargo, ella alcanzó a escucharme.
—Te vas a casar conmigo ¡¿Oíste?! ¡Porque Olivia no va a crecer en una familia donde su padre es un alcohólico pintor muerto de hambre que se le cae la baba por una prostituta de barrio bajo!. Y cuidadito con no aceptar, porque ahí tengo la navaja, ¡te corto las pelotas y se acabó!
    Rodé los ojos y asenti derrotado. Mi móvil sonó, esperanzado atendi rezando por que fuera Danna. Sin embargo solo escuche gritos.
—¡Emerson! ¡Emerson! ¡Emerson no respiro!
    Distingui la voz de Sarah y de inmediato me levante de la cama alarmado
—¡¿Estas bien?! ¡Sarah respondeme!
—¡Emmy, Remington! ¡Remington me pidió matrimonio!
     Puse los ojos en blanco y me deje caer en la cama ahora más aliviado, maldita loca, tenia los huevos en la garganta del susto
—Te odio, Remington es mio
—¡Llora hijo de puta porque me pidió matrimonio a mi!
—Maldita niña loca— Rei —Nena felicidades— Hable haciéndome el sorprendido —Espero que tengan una vida feliz con mucho sexo de por medio
—Si te cuento
    Escuche que reía pícara y Remington la regañaba.
—No quiero saber, gracias
—Emmy, te dejo descansar. Y que ni se te ocurra volver a beber, no quiero que seas cómo Alexander
     Asenti lentamente y tras despedirme colgué. Sonreí enternecido y victorioso, feliz, tan feliz por el gnomo que por fin podía andar con el imbécil de Rem.

art ;; e. barrettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora