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Aeropuerto Internacional Lester B. Pearson
5 de agosto de 2019

Emerson

—Dejen de llorar malditos homosexuales
    Hable enojado ante el drama de mis amigos. Mierda solo me iba por una semana.
     Me acerque a mi madre quien inmediatamente se limpio las lágrimas haciéndome rodar los ojos
—Es que...— Sollozo —Me da tanto orgullo que hayas encontrado a una mujer tan hermosa y tan pura.
—Mamá, por favor hablas como si me estuviera casando
    Olivia extendió sus brazos, no pude negarme a cargarla y abrazarla. Balbuceo sacandome una sonrisa.
—Te quiero, mi salami. Te voy a traer bastantes juguetes ¿Oíste? Y una loca que aguante tus dramas porque a Sarah ya la cansaste
—¡Claro que no!
    Exclamó sacandome una carcajada. Acabe por despedirme de todos ellos e irme. A mis espaldas pude escuchar el llanto de la niña. Me dio dolor tener que dejarla, pero ternura al saber que me iba a extrañar.

~•~

      Detalle cada cuadro que colgaba de aquella pared, sonriendo ante la idea de que todos y cada uno de esos los hizo ella. Pero bien ¿Donde mierda estaba metida ahora?. En la sala había demasiada gente y la unica que me importaba, literalmente la más importante no aparecía. En su propia exposición no aparecía.

    He de aceptar que me llenaba de orgullo que haya llegado hasta acá,  su propia exposición de arte. Joder, quería besarla y felicitarla.

    Finalmente, sentí su suave mano recorrer mi brazo hasta unirse con la mía, cuando me voltee a ver, ella no me dirigía la mirada, así que hice lo mismo, volviendo mi mirada al cuadro que hacía meses me había enseñado.
—Tuve un romance con la pintora ¿Sabe usted?
    Hable y supe que ella sonrió.
—¿Y por qué no está con ella?
—Digamos que tuve que esperar más que todo por mi hija, no me agradaba la idea de dejarla tan pequeña en el cuidado de mi madre. Pero ahora estoy acá, y no se donde esta ella
—Tal vez ella se haya arrepentido de estar con usted y haya huido— Sonrió —Pero usted y yo podemos empezar un romance, casi tan hermoso como el que tuvo con esa mujer
—Es muy hermosa ¿Sabía?
    Me volví para verla y ella hizo lo mismo. Sus ojos se inundaron en lágrimas
—Y usted muy guapo. ¿Y si olvida a esa mujerzuela que lo dejo acá abandonado y se queda conmigo?
—¿Y si deja todo y vuelve conmigo a Toronto?
    Acaricie su mejilla.

~•~

      La embesti con fuerza, arrancandole un grito de placer que me hizo seguir y seguir hasta que alguien abrió la puerta de golpe, me aparte de ella con rapidez y me cubrí con las sabanas.
—¿Ahora encima de muerta de hambre, zorra?
—Narcissa, sal de mi cuarto
   Ordenó metiéndose bajo las sabanas.
—Andas de zorra ¿Piensas acostarte con todo el mundo?
—No se refiera a una obra maestra con ese término.
    Interferi y Narcissa me miró burlona.
—¿Que puede tener esta muerta de hambre de obra de arte?
—Lo que usted tiene de alcohólica y despreciable. Váyase joder
    La mujer sin buscar más problemas abandono la habitación. Me volví para ver a Danna, se estaba tapando el rostro con las manos
—Quiero irme ya
    Sollozo. Mi corazón se encogió al verla así, inmediatamente la recibí en mis brazos
—Mañana sale el vuelo, mi flor de loto. Tengo tantas sorpresas para ti
—No estoy segura, Em.— Suspiró acariciando mi pecho —Digo, por nada del mundo te vuelvo a dejar ir pero, acá en Vancouver me esta yendo bien, encima, tienes a Olivia y jo quiero llegar y que piense que vengo a reemplazar a su madre
—Cariño, en Toronto te irá incluso mejor que acá. Tienes talento. Y sobre Olivia, ella te va a amar, casi tanto como yo te amo a ti
—Lo haré por ti, ¿Oíste, Emerson Barrett?
    Asenti victorioso y me subí encima de ella, abriendo sus piernas con mis rodillas
—¿En que estábamos?
    Sonreí pícaro antes de volver a penetrarla.

~•~

—Vamos idiota, todo saldrá bien
    Remington golpeó suavemente mi hombro, era el único que sabía de esto. Volví a asentir una vez más. Nunca había estado tan jodidamente nervioso. Di pequeños brincos antes de volver a entrar al salón de fiestas donde todos bailaban, entre esa multitud estaba mi amada Danna, disfrutando de la música junto a Aura y Sarah. Decidí no hacerlo en ese momento, hacia tiempo que ambas no podían disfrutar juntas y quise respetarlo.

    Horas más tarde, cuando la música cambio a una más lenta, y ella se encontraba sola en una mesa mientras todas las parejas bailaban, tomé el valor suficiente para acercarme a la mesa del dj, quien de inmediato bajo la música y me presto el micrófono.
—Lamento interrumpir su momento romántico pero tengo un anuncio que hacer— Camine unos pasos al frente —Esta fiesta tiene un propósito, quería tener a todas las personas importantes en mi vida y en la vida de mi novia cerca para hacer dicho anuncio— Camine hacia ella, estaba completamente confundida y se le veía en la cara —Danna, mi reina, mi universo, mi obra de arte— Sonreí metiendo una mano en mi bolsillo —Cinco años han pasado desde que nuestro hermoso romance empezó y fueron los cinco años más duros al estar sin ti cerca. Pero ahora, cuando por fin te tengo a mi lado, me he dado cuenta de que no puedo permitir que alguien más venga a alejarme de ti. Cada día te lo repito y hoy no será la excepción, eres el jodido amor de mi vida.
—¡Deja de hablar tanta mariquera y hazlo!
    Remington gritó desde el fondo de la sala. Tomé aire y me puse de rodillas.

art ;; e. barrettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora