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     Pasamos un buen rato en la fiesta, unos amigos de Sarah se llevaron a la inconsciente Alexis a alguna de las habitaciones del enorme hotel, dándome la oportunidad de pasar esta noche con mi Danna. En el ambiente sonaba una de las canciones que a Danna más le gustaba, wonderwall, de oasis. Le tome la mano y la pegue a mi cuerpo, como si fuera nuestra última noche, porque lo era, se iría por la tarde a Vancouver. Tenía que aprovecharla al máximo. Bailamos aquella canción, su rostro oculto en mi cuello, sus manos entrelazadas en mi nuca y las mías en su espalda. Esa mujer era mi universo y de eso estaba convencido por completo.
—Tal vez seas la única que me salve
     Susurre en su oido, refiriéndome a la letra de la canción. Danna Sonrió y dejo escapar una lagrima. Éramos solo ella y yo, todo salía a la perfección, sin ninguna puta loca amenazandonos, sin nadie interrumpiendo nuestro momento dentro de nuestra burbuja. Se aferró más a mi cuerpo y me miró a los ojos. Entonces escuche a Sarah gritar al otro lado de la pista, bailando con Rem.
—¡Ya besala, hijo de puta!
     Danna me miró,  con cierta inocencia en su mirada, indefensa, sabía muy bien que estaba nerviosa y me fascinaba ponerla nerviosa. Subí mis manos a sus mejillas y uní nuestros labios en el beso más increíble de mi vida. Si está mierda era un sueño mataré al que intente despertarme.
     Escuche la voz de Aura, la voz que hacía años no escuchaba, hablando por el micrófono
—Como mejor amiga de la novia y mejor amiga de la otra mejor amiga de la novia opino seriamente que estos dos jóvenes deben dejarse de estupideces y decirse de una vez lo que sienten el uno por el otro.
       Todos le apoyaron con aplausos. La música bajo por completo y todo el mundo cerró la boca, dejándome hablar con claridad
—Danna, eres una obra de arte, la más hermosa que he podido ver en toda mi vida, tu rostro, tu cuerpo, tu carácter, no puedo ni siquiera ocultar todo el amor que siento por ti. Miro al futuro y se que no me veo con otra mujer que no seas tú.
     Sus ojos fueron cristalizandose lentamente, haciéndola cubrirse el rostro.

    Cuando por fin apartó sus manos de su rostro decidió hablar
—Mi vida no ha sido la mejor desde que te fuiste, te llevaste todo de mi, me dejaste destrozada, cuando creí que nunca volvería a verte, ahora estás aquí, estas conmigo esta noche y es lo único que me importa. No puedo decirte otra vez que te amo, es absurdo decirte algo tan obvio, algo tan obvio cómo que mi corazón solo late por ti.
     Todos aplaudieron, y en medio de ese bullicio, estábamos ambos besandonos, como si fuéramos solo ella y yo en ese momento.

~•~

Danna.

    Entre risas abri la puerta de mi habitación y encendí la luz. Deje que Emerson pasara y cerré detrás de mi. Ambos nos miramos y sin previo aviso empezamos a besarnos, ahora con más confianza que ahí abajo en la fiesta, era un beso ardiente y lleno de necesidad. Me alzó, tomándome por los muslos y me arrojó a la cama, recordé entonces los comentarios dichos por Sarah acá hace unas horas y solte una risilla. Emerson dejo caer su sombrero al suelo y empezó a abrirse la camisa con lentitud, a la vez que yo, me apoyaba en el colchón con mis codos para verlo mejor. Dejó caer su saco y su camisa vieja y rota al suelo, el nunca iba a cambiar.
—Admite que me has extrañado.
     Hable cuando tomo posición sobre mi, mirándome a los ojos. Emerson atacó de inmediato mi cuello con sus labios.
—He extrañado cada parte de ti, tus curvas, tus pecas, ese lunar que tienes sobre la clavícula, tus pezones raros
—¡No son raros!
    Rei desabrochando su pantalón, sin embargo me impidió bajarlo
—¿No?. Tengo que comprobarlo, para eso necesito que te saques ese molesto vestido de una jodida vez
     Rei y lo aparte para poder levantarme y así hacerlo con más comodidad. Le di la espalda y empecé a bajar los tirantes del vestido, Em me ayudó a bajar el cierre. Finalmente lo deje caer por completo al suelo y me di la vuelta. Me miraba atentamente
—¿Entonces?
—Oh, lo siento, atrapado por tu belleza, ya sabes
     Estudio mi figura con la mirada y volvió a arrojarme a la cama.
—Te dije que no son raros
—Si lo son
    Carcajeo bajando mis bragas, arrojandolas a un lado de la cama.
—¿Me la vas a meter de una puta vez o tengo que seguir esperando por ti?
     Pregunte ya frustrada cuando vi que aún no bajaba sus pantalones.
—Oh, que descuidado que soy, hermosa dama— Se levantó para por fin deshacerse de sus últimas prendas. Me relami los labios y sonreí —Alexis tiene razón, eres una zorra hambrienta
    Comento con burla, no tarde mucho en sujetar su erecto miembro con mi mano y empezar a masajearlo. Él reprimió un suave gemido
—Soy tu zorra hambrienta
—Oh, solo mía
—Emerson— Rei ante su mueca de placer, se veía extraño y sexy a la vez. —Ven acá
    El castaño abrió mis piernas con su rodilla y se posicionó entre estas, acomodandolas a la altura de su cintura.
—Olvide los condones, que lastima
    Jadeo tallando su erección contra mi sexo, yo negué.
—Vale mierda, Emerson, es nuestro momento.
     Se inclinó y besó con fuerza mis labios, a la vez que empujaba su miembro dentro de mi. Abrí un poco más las piernas soltando un gemido, clavando mis uñas en su espalda y sintiendo sus besos viajar por mi cuello hasta el valle de mis senos y volver a subir a mis labios mientras se movía en mi interior arrancandome fuertes gemidos, haciéndome que me aferrara a su cuerpo como si fuera mi vida misma. Gemi en su oido haciendo que su piel se erizara por completo y provocando una sexy sonrisa en su rostro.
—Ma chérie— Jadeo —si vous continuez à faire des sons, je serai obligé de vous faire l'amour d'une manière plus violente ¹
     Sonreí
—et qu'est-ce que tu attends? ²
     Emerson no se hizo esperar, me dio la vuelta, dejándome en cuatro y volvió a penetrarme, esta vez con fuerza. Me tomó de la cintura y empezó a embestirme sacandome gritos ahogados. Hundi mi cabeza en la almohada y apreté las sabanas entre mis puños cuando descargo la primera nalgada. Me tomó del pelo haciéndome despegar la cara de la almohada y continuó moviendose en ese ritmo, algunas veces bajaba la intensidad y otras la subía, me estaba volviendo loca.

     Descargó otra nalgada haciéndome gritar, él sonrió y bajo su mano libre hasta mi entrepierna para empezar a jugar con esta.
—Danna, je t'aime ³
    Gimió en mi oído
—Emerson, comment pourrais-je vivre sans toi? ⁴
     Él sonrió y soltó mi cabello, ya empezaba a dolerme la cabeza.
—Ven acá
    Habló cuando se sentó en la cama. Inmediatamente tome posición sobre él, tomando su miembro y volviendo a introducirlo en mi. Gemi suavemente y uní nuestros labios, tomándolo por la nuca. Sin darme cuenta ya había iniciado un vaivén sobre él sacandonos ahogados gemidos entre el beso. Rasguñe su espalda y escondí mi rostro en su cuello.

     Aumente mis movimientos cuando aviso que estaba por correrse, los gemidos y suspiros fueron cada vez más, mis piernas empezaban a doler pero no me detuve hasta que finalmente acabó en mi interior. Apreté los puños y arquee la espalda, derrumbandome ante el orgasmo que se apoderó de mi cuerpo.

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¹. Querida si sigues haciendo esos sonidos me vere obligado a hacerte el amor de una manera más violenta
². ¿Que estas esperando?
³. Danna, te amo
⁴. Emerson ¿Que haría sin ti?

art ;; e. barrettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora