❀ prólogo

730 52 4
                                    

Apoyé, agotada la frente a la ventana mientras las gotas de agua golpeaban contra el vidrio. Tal vez, en otra ocasión, tal vez en uno de los viajes que hacer cuando tenía trece a Ottawa hubiera disfrutado el gélido paisaje nublado, esta vez era diferente, estaba cansada, tan aburrida de tener las nalgas pegadas al asiento por más de una hora. Mis párpados eran empujados hacia abajo por el sueño y el agotamiento de haber estado llorando por horas.
—Deja de llorar, es el futuro que tienes que tomar, Danna
Hablo mi madre sin despegar la vista del camino. Esto parecía ser tan absurdo. Desde siempre quise seguir los pasos de mi padre, quise dedicarme al arte y juré que al graduarme del colegio iría a estudiar bellas artes en Toronto, donde mi padre se formó como el gran pintor que fue. Sin embargo desde su muerte, Narcissa, a quien no me atrevía a llamar madre se empeño en que estudiara medicina, el sueño que ella jamás pudo cumplir y ahora trataba de vivirlo a través de mi. Quise saltar del auto o que simplemente fuera cuesta abajo por la montaña. En menos de un año mis sueños, mi vida perfecta se había destrozado.

art ;; e. barrettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora