Muchas personas agradecen el tener un día más de vida, pero otras esperan con ansias el día en que la muerte llegue. Muchas personas sacan su lado más oscuro cuando se trata de sobrevivir, sin importarles a quien lastimen o qué tengan que hacer con...
Durante el camino ninguno de los dos dijo ni una sola palabra y simplemente dejamos que la música de la radio ocupara ese silencio de una hora y media hasta que el camino pavimentado cambió por terracería y los árboles nos rodearan por completo.
—¿Dónde estamos?
—Es mi lugar secreto –bajamos del auto. Estábamos en la entrada del bosque –jamás se lo he mostrado a nadie y pensaba en jamás hacerlo –lo miré –¿Entiendes entonces qué tan importante es para mí este lugar?
—Sí
Caminamos unos cuantos metros hasta que lo que realmente quería mostrarle apareció frente a nosotros.
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—Bienvenido –dije
—Es... impresionante –creo que olvido el incidente porque sonrió un poco y caminó hacia el puente con emoción
Caminamos hasta el centro del puente en silencio, dejando que Taehyung admirara el paisaje. Me senté a la orilla dejando que mis pies colgaran por encima de la corriente de agua que iba con fuerza debajo.
—¿Cómo encontraste este lugar? –se sentó a un lado de mi
—Siempre me ha gustado dar paseos sola, sin dirección alguna. Un día pensé que sería buena idea venir al bosque para ver qué podía encontrar y... ¡taran! Encontré un puente viejo, lejano, silencioso, abandonado y perfecto
—¿Cómo sabes que está abandonado?
—Bueno, está en malas condiciones y de las millones de veces que he venido aquí, jamás me he topado con nadie, así que supongo que sí está abandonado
Miró al frente.
—...Es muy bonito aquí –susurró –prometo no decirle a nadie
—Si cumples esa promesa, puedes venir aquí cuando quieras
—Gracias –me miró con una suave sonrisa –gracias por mostrarme este lugar
Desvié la mirada.
—Después de lo que pasó con Coco... creo que es lo menos que podía hacer
—...Coco –bajó la voz –es una chica que jamás saldría conmigo, pero gracias a ti me atreví a hacer algo que jamás me imaginé que haría y por eso te lo agradezco
No me lo agradezcas, mejor ódiame
No supe qué más decir y simplemente me quedé en silencio, admirando por unos cuantos minutos más el agua correr por debajo de mis pies y después de unos cuantos minutos admirando el paisaje, nos fuimos.
—Gracias por mostrarme ese lugar y por traerme a casa
