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Taehyung 

Me sentía aliviado al escucharla llorar así.

¿Por qué?

Porque después de todo lo que pasó, de todo lo que ese hombre le dijo, sabía perfectamente que ella se sentía abrumada por todo, pero cuando no la vi llorar en ningún momento o perder el control frente a mí, me preocupé pensando que todos esos sentimientos se acumulaban, pero ella no los dejaba salir. Ahora los liberaba todos de la mejor manera, llorando.

Comencé a sentir cómo las gotas de lluvia comenzaban a caer sobre nosotros.

—Tenemos que irnos o nos mojaremos -susurré

Lihana parecía una niña pequeña ahora mismo, me sujetó con más fuerza de la cintura -vamos, cariño, no es buena idea mojarnos

Caminamos hasta mi auto, pero subimos a la parte trasera ya que la lluvia había llegado con demasiada fuerza y no era lo mejor salir a la carretera ahora.

—No podemos movernos -dije al mirar la fuerza de la lluvia afuera -esperemos a que bajé un poco

Me recosté sobre los asientos, con mi espalda recargada en la puerta y ella estaba encima de mí, entre mis piernas, con sus brazos alrededor de mi cintura, sujetándome con fuerza y aún llorando un poco.

—¿Te sientes mejor? -acaricié su espalda y su cabello

Aceptó con la cabeza en completo silencio.

—Eso me alegra -sonreí

—Yo solo... me siento muy confundida

—Lo sé

—Soy la persona más idiota del mundo

—¿Por qué? -la tomé de los hombros y la levanté un poco para que me mirará

—Escuchaste lo que dijo el hombre -se levantó al igual que yo, quedando frente a frente -ella me odia y yo... la sigo queriendo a pesar de eso

—No eres idiota -tomé su mano -solo tienes un gran corazón

—No le dije... lo que realmente quería decirle

—Dímelo a mí, por lo menos te sentirás más ligera si dejas que alguien lo sepa

Sus pestañas estaban empapadas en lágrimas y sus ojos algo rojos.

—Dímelo -insistí

Me miró por unos segundos, respiró profundo y comenzó a hablar.

—Yo quería que nosotras nos diéramos una segunda oportunidad, ser esa familia que nunca fuimos

Su voz se quebró y no pudo evitar comenzar a llorar.

—Siempre quise decirle que... me hizo falta, todas esas noches pedía que ella entrará por la puerta de mi habitación y me dijera que todo iba a estar bien... que siempre estaría conmigo

Hizo una pausa.

—Quería que me dijera que estaba orgullosa de mí, que me abrazará... -cubrió su rostro y hasta ese momento me di cuenta de que yo tenía una mueca de dolor y que se me había formado un nudo en la garganta -lo lamento tanto... yo solo quería que fuéramos felices juntas... solo espero que, donde quiera que este le vaya bien y sea feliz... espero que algún día me perdone y me considere su hija solo una vez... lamento ser una mala persona Me abalancé a ella para tomarla en mis brazos. Esas palabras, el hecho de que ella pensará de esa manera sobre su madre, sobre ella misma, me hizo llorar a mí también.

Mi abrazo fue tan fuerte con la esperanza de que pudiera absorber todo el dolor que hay en ella. Cuando daría porque ella no sintiera ninguna clase de dolor y menos este, cuando daría porque las partes malas de su vida desaparecieran y fuera completamente llena de felicidad, lo daría todo por ella.

—Solo quería otra oportunidad -dijo

—Lo sé, amor, lo sé

La lluvia seguía fuerte afuera.

Me recosté en el asiento con ella sobre mí, y gracias al ruido que las gotas hacían contra la ventana nos arrullo lentamente hasta que ambos nos quedamos completamente dormidos.

Mi teléfono comenzó a sonar escandalosamente en mi bolsillo. Debía cambiar ese maldito tono de llamada o un día de estos me daría un infarto del susto.

Lo tomé con rapidez para que el ruido no despertara a Lihana, pero fui muy lento.

—¿Quién es? -preguntó en un bostezo

—Mi mamá -me llevé el teléfono al oído -¿Bueno?

—¿Dónde estás?

—Estamos en el bosque, pero no podemos regresar por la lluvia

—Está anocheciendo, deben regresar pronto

—Lo sé, esperaremos solo un momento más, si sigue igual, regresaremos de todos modos

—Avísame cuando vengan en camino ¿Está Lihana contigo?

—Sí

—Está bien, apresúrense, prepararé algo para que coman

—Está bien

Guardé mi teléfono y volví a mirar por la ventana para ver qué tan mal seguía la lluvia.

—¿Qué pasa con tu madre?

—Quiere que regresemos a casa pronto

—Aún es peligroso que regresemos

—Lo sé

Tomó su teléfono y lo miró por un momento.

—¿Cómo estás tu? -pregunté

—No te diré que bien -sonrió un poco -pero ya mucho mejor

—Me alegra que me hayas llamado

Nos levantamos y nos quedamos sentados, estirándonos y despertándonos por completo. Me incliné a ella y la abracé por la cintura dejando mi barbilla en su hombro.

—Puedes llamarme todo el tiempo

—Supongo que intentaré 

Nerd (KimTaeHyung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora