Nerd (KimTaeHyung)

38

Terminamos de ver la película y pusimos otra de terror. Había sido demasiado romance por un rato y necesitábamos algo de sangre y sesos voladores.

Iba apenas empezando la película cuando mi teléfono que estaba sobre la mesa de té frente a nosotros comenzó a sonar.

Era un número desconocido, pero tenía la sospecha de saber quién era.

—Ahora vuelto –lo tomé y salí con rapidez de casa -¿Hola?

—Lihana

Era ella

—No quiero que me sigas llamando

—No puedo irme si no nos vemos por última vez

—¿Por qué insistes tanto? ¿Ah? ¿Por qué ahora?

—Porque quiero que hablemos

—No quiero escuchar lo que me tengas que decir, simplemente... no quiero

—Te tengo un regalo, aunque no lo creas, recuerdo muy bien cuándo es tu cumpleaños y quiero darte lo que compré, especialmente para ti

—No quiero que me des nada, lo que sea que me quieras dar, no lo necesito

—Por favor, piénsalo, es estaré esperando

—Olvídalo –colgué el teléfono

Su llamada me había alterado un poco, así que me quedé lejos un momento, necesitaba calmarme un poco o cualquier cosa que Taehyung me dijera me haría llorar y viendo una película de terror no hay muchos motivos para llorar.

—¿Quién era?

Salté del susto girándome y encontrándomelo detrás de mí.

—¡Demonios! Tae, me asustaste

—¿Quién era?

—Nadie

—¿Quién es esa mujer que siempre te llama?

—No es nadie, Tae -lo rodeé para regresar al sofá

—¿Quién era? -me siguió

—Deja de preguntar

—Solo quiero saber quién era y porque insiste en verte -se sentó a un lado de mi en el sofá

—¿Cómo sabes que quiere verme?

—Tu misma lo dijiste

—¿Escuchaste mi llamada? -pregunté notablemente molesta

—Tenía que hacerlo

—¿Por qué?

—Porque no me quieres decir lo que pasa, eres mi amiga y sé que esa llamada siempre te hace sentir mal

—¿A quién le importa cómo me hace sentir? -me crucé de brazos hundiéndome en el sofá

—A mí

—Deja de decir eso

—¿Por qué?

—Solo... deja de decirlo

—Dime -suplicó mirándome con esos ojos clásicos de perrito

Me quedé en silencio, mirándolo y debatiéndome en si decírselo o no.

—No, no te lo diré

De la nada un nuevo e intenso dolor de cabeza me hizo hacer una mueca de dolor. Miré a Taehyung de reojo pensando que estaría mirándome con preocupación, pero no, estaba mirándome nada más, sin ninguna expresión.

—Dímelo -insistió

—Maldición, es mi madre ¿Sí? ¡La mujer que me llama es mi madre biológica!

—¿Tu madre?

—... Me vi con ella antes del accidente y no recuerdo de qué hablamos -bajé la voz -quiere que nos veamos antes de que se vaya de la ciudad

—Pero... dijiste que ella estaba muerta

—Eso es lo que quiero... las cosas hubieran sido mejor si ella hubiera muerto desde un principio

—¿Por qué?

—No lo entenderías

Tomó el control remoto de la mesa y apagó la televisión.

—¿Iras a verla?

—No -dije

—¿Por qué no?

—No recuerdo de lo que hablamos la última vez -el dolor iba bajando -no quiero que ella se dé cuenta de eso y lo pueda usar a su favor

—...Tienes que ir a verla

—¿Por qué? -lo miré -no creo que tenga nada bueno que decirme

—Es tu madre

—¡Ella no es mi madre!

Me levanté del sofá de un salto, corriendo escaleras arriba hasta mi habitación donde azoté la puerta y me tumbé sobre la cama.

Me quedé mirando el techo. Claro que no iría a verla, no quiero hacerlo. Siempre me hace sentir mal el saber de ella y el hecho de verla, seguramente me haría derrumbarme más de lo que estoy.

Me gustaría recordad cómo me sentí aquella vez que la vi y recordar de qué demonios hablamos.

Taehyung llamó a la puerta, pero estaba molesta con él así que solo me limité a quedarme callada, pero él tomó mi silencio como un pasa ya que abrió la puerta y entró.

—¿Lihana?

—¿Qué quieres? -tenía un nudo en la garganta y le daba la espalda para que no viera mis ojos llorosos a punto de llorar

—¿Puedo pasar?

—Ya estas adentro

Sentí como el colchón se hundía a mi espalda en señal de que él se había sentado a la orilla.

—Sé... que no es mi asunto el que te veas con ella... pero, creo que sería una buena idea que escucharas lo que tiene que decirte -puso su mano en mi hombro -sé que ella es la persona que te hace sentir mal

—Ella no es todo el problema

—Pero es parte del problema, y sería bueno que le dieras un cierre -hizo una pausa -esta es tu oportunidad de dejar todo en claro con ella y comenzar a dejar todo en claro sobre ti para que te sientas mejor, ella se irá y tal vez no la vuelvas a ver nunca más

—Eso es lo que quiero -susurré -que se vaya y desaparezca de mi vida como lo lleva haciendo todos estos años -escuché como suspiraba y sentí como daba dos palmaditas en mi hombro

—Es tu decisión, cuando decidas qué hacer, llámame, tendré mi teléfono desocupado solo para ti

Se levantó de la cama y se fue sin decirme nada más.

Escuché cómo bajaba las escaleras, apagaba las luces, cerraba las puertas y ventana y se marchaba.

En cuanto escuché la puerta cerrarse, no me contuve más y dejé que todas las lágrimas y frustración salieran hasta que me quedé completamente dormida.