Nerd (KimTaeHyung)

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Regresé a casa y con las lágrimas en los ojos y el cansancio en mi cuerpo, pidiéndome que me acostara un momento, me puse a hacer maletas, a guardar mis cosas en cajas de cartón. Lo dejé todo como si estuviera a punto de mudarme. Quiero que cuando vengan por mis cosas, no se molesten en guardar nada, quiero dejarlo todo listo, quiero evitar todas las molestias que sean posible.

Hace días que no compraba comida para mi alacena así que no había nada para comer en casa, por lo que ordene una pizza pequeña.

Al día siguiente fui a la Universidad con normalidad, tomé todas mis clases. Y regresé a casa.

Durante toda la tarde me planteé en mandarles un mensaje a mis padres y a mi hermana diciéndoles cuanto los amaba y cuanto lo lamentaba, ya saben, el clásico mensaje de despedida, así que terminé escribiendo una carta para cada uno de ellos y las dejé sobre mi mesa de noche, cuando vinieran por mis cosas las encontrarían fácilmente.

Día 0. No fui a clases, me quedé dormida todo el día y solo por la tarde noche desperté para poner todo mi plan en marcha.

Me aseguré de haber guardado todo y de darle una última mirada a la casa antes de salir.

Se había hecho tarde ya, el sol estaba por irse por completo y en ese momento llegué a casa de Taehyung, esperando no encontrarme con él.

—¡Cariño! -su madre al verme de pie frente a su puerta no dudo en recibirme con una sonrisa

—Hola -saludé con una sonrisa

—¿Cómo has estado?

—Bien, gracias

—Lo lamento, pero Taehyung no está en casa ahora ¿Quieres pasar y esperarlo?

—No, no, solo vine a entregarle esto -le di una libreta con elástico que aseguraba que no se abriera -son los apuntes que me pidió

—Oh, muchas gracias

—No hay de qué

—Pero ¿Por qué no te quedas a cenar? No creo que él tarde mucho en llegar

—Lo lamento, pero he quedado con una vieja amiga justo ahora, tal vez... la próxima vez

—Tranquila -sonrió -hace tiempo que no te veo por aquí, sería genial que vinieras a comer este domingo

—Lo tendré en mente, gracias

—Hecho

—Nos vemos... después

—Ve con cuidado, querida

—Cuídese

—Igual tu

Cerró la puerta y en ese momento me di la vuelta para irme, pero por un instante me quedé de pie pensando en llamar de nuevo y darle un abrazo de despedido. Había sido una mujer maravillosa conmigo y quería que supiera cuan agradecida estaba con ella, pero eso la haría ponerse en alerta de que algo anda mal conmigo, así que no.

Taehyung

Llegué a casa después de haber ido a comer con unos amigos y solo regresé porque no había hecho mis tareas para mañana.

—¡Llegué, mamá! -cerré la puerta y dejé mi mochila a los pies de la escalera

—¿Cómo te fue? -mamá estaba en la cocina preparando algo, supongo que la cena

—Bien -le di un beso en la mejilla y tomé un vaso con agua

—Lihana vino hace un momento

—¿Qué? -casi escupo el agua

—Te dejó el cuaderno de apuntes que le pediste, está en la sala

—¿El... cuaderno que le pedí?

—Sí, está en la sala

Dejé en vaso en la mesa y caminé a la sala para buscar ese cuaderno que jamás le había pedido prestado.

Estaba sobre la mesa de té y definitivamente era suyo, era el que siempre usaba. El negro imitación cuero con una liga negra.

Lo tomé de la mesa y lo miré un momento, estaba confundido de que hubiera venido a dejarme algo como esto ¿Por qué su libreta? No lo entendía. Quité la liga y comencé a hojear la libreta hasta que encontré una hoja blanca doblada a la mitad. La tomé y la desdoblé para ver qué era.

Hola, Tae, quería escribirte esto para decirte lo que no pude en persona. Y te diré la verdad, cuando me acerqué a ti no fue porque me cayeras bien, en realidad, me dabas lo mismo. Fue porque quería que alguien me hiciera cambiar de opinión, quería a alguien que me hiciera ver lo bello de la vida y que valía la pena seguir respirando. Pero, después me di cuenta de que yo era una persona mala y no era diferente a todos los que te lastimaron antes. Me arrepiento de todo, lo lamento, en serio, pero la otra parte de la verdad es que llegué a quererte, llegaste a ser un gran amigo para mí. El viaje a pueblo Nona fue genial, el baile fue genial, tus padres son increíbles, tú eres genial.

Lamento haber sido una mala amiga, pero por favor, solo recuérdame con los buenos momentos que tenemos juntos, recuérdame y yo prometo que a donde quiera que vaya te recordaré como el buen amigo que fuiste.

Posdata: Por favor no vayas a buscarme, llama a la policía nada más, no quiero que me veas de este modo y solo después de que la policía termine, cuidad de mi lugar secreto, no dejes que nadie más que tú lo conozca.

Con cariño, Lihana.

Dejé la hoja en la libreta y la libreta la arrojé sobre la mesa y corrí a tomar las llaves del auto para salir corriendo del auto.

¿Cómo no pude darme cuenta antes? ¿Cómo no pude cuidar de la única persona que me vio cuando era invisible?

Independientemente de si ella se acercó a mí para usarme, lo hizo por desesperación, me vio, pudo haberse acercado a otra persona, a alguien con amigos, con una vida social, pero es tan buena persona que sus ojos me vieron a mí, me ayudó. Y yo la ignoré en el momento en que más me necesitaba.

El corazón me latía muy rápido, las manos me temblaban. Tenía que llegar al puente lo más rápido posible antes de que ella cometiera un error. Aceleré por las calles esperando que ninguna patrulla me detuviera, aunque si lo hacía, seria bueno para explicarle lo que pasaba y me abriera paso entre el tráfico con la autoridad de su sirena.

Tomé el camino que llevaba al puente, pero el trafico me hizo detenerme y no poder avanzar ni un centímetro.

Maldita sea.

El camino para salir de la ciudad era una hilera interminable de autos, no avanzaban nada y cada segundo ahora era valioso, así que no me quedó de otra que bajar de mi auto y comenzar a correr.