Nerd (KimTaeHyung)

40

En todo el camino de regreso a casa ella no dijo ni una sola palabra y yo tampoco la obligaría o intentaría hacerla hablar, simplemente continué con el silencio para darle a ella su espacio.

—Gracias por haberme llevado -dijo -te veo luego en clases -sonrió y abrió la puerta de casa para entrar

Antes de que cerrara la puerta, mi pie lo impidió.

—Piensas ¿Qué te voy a dejar sola después de esto?

—Ese era mi plan -dijo cansada

—Mal plan

Abrí la puerta sin que ella se negara a dejarme entrar.

—¿Qué quieres hacer? -pregunté

—Dormir

—Lo suponía, vamos

La tomé de los hombros y la giré empujándola escaleras arriba hasta su habitación.

Se recostó en su cama y yo tomé las cobijas y una almohada de su armario para ponerlas en el suelo.

—¿Dormirás... en el suelo? -asomó su cabeza desde la cama cuando me recosté en mi lugar

—La última vez te negaste a que me quedara en tu cama

—Ahora... no -susurró

Me senté de inmediato para poder mirarla y asegurarme de que fuera Lihana la que me estaba diciendo esto.

—¿Ah?

—¿Podrías dormír acá?

—¿En serio?

—...Por favor

No hubo falta de más ruego. Me levanté rápido del suelo y me acosté a su lado en la cama. Ella estaba mirando al techo y yo estaba de costado mirándola.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—¿Qué es? -preguntó

—¿Por qué ese día?

—¿Qué día?

—¿Por qué el día de tu cumpleaños?

—...Terminar todo el mismo día que comenzó ¿No? -sonrió un poco

—No, eso no está bien, es tu cumpleaños, se supone que lo debes pasar bien

—¿Cómo puedo pasarlo bien el día que más odio en el año?

—¿Por qué lo dijo esa mujer?

Ya no diría o pensaría en ella como su madre, esa mujer no merece ese puesto tan importante, ahora su madrastra tiene ese puesto. Por todo lo bueno que Lihana me ha contado de su madrastra, sé que es una mujer que la ama de verdad. Y toda persona que ame a esta chica, me cae bien a mí.

—...Sí

—Eso no es verdad, estoy seguro de que muchas personas agradecen que estés en sus vidas

—No digas eso -se acomodó en la cama. Mirándonos frente a frente, pero ella cerró los ojos acomodando sus manos debajo de su almohada

—Lo digo porque es la verdad

—Cállate, quiero dormir un poco

—¿Puedo quedarme aquí hoy?

—Si quieres

Se arrepintió de haberse girado de este modo y se movió de nuevo dándome la espalda. Pensó que no me daría cuenta, pero, estamos tan cerca que es imposible no notar como empezó a llorar. Se cubrió la boca con la mano tratando de ahogar su llanto.

—Llorar no te hace débil ¿Sabes? -susurré

Me acerqué a ella y la rodeé por la cintura con mis brazos, mientras escondía mi rostro en su cuello. Ella siguió llorando y yo permanecía en silencio hasta que ambos nos quedamos dormidos.

Lihana

Al despertar, lo primero que vi fue la cara de Taehyung muy cerca de la mía. Me sorprendí un poco al tenerlo así de cerca, pero no lo sé, creo que en estos momentos me sentía tan vulnerable que tenerlo así, me hacía sentir reconfortada.

Me quedé mirándolo, me concentré en sus labios y en sus mejillas. Era lindo.

—Buenos días -su voz me sorprendió

Abrió los ojos y me sonrió.

—B-Buenos días

—¿Estas mejor?

—Algo -sonreí -gracias

Me levanté para sentarme a la orilla de la cama para poderme poner unas pantuflas, en cuanto él se fuera o más de rato, me daría una ducha para quitarme esta ropa, la misma que use ayer.

—¿No iras a casa a cambiarte? -le pregunté

—No -se levantó también -hoy estaré todo el día contigo

—¿Y las clases? ¿Piensas ir con la misma ropa?

—Hoy no iremos a clases -sonrió

—¿Por qué?

—Pasaremos todo el día juntos

—Reprobaremos el semestre a este paso

—No importa

—Claro que importa

—Calma, quiero que vayamos juntos a un lugar, solo por hoy

Lo miré un momento en silencio y con su simple silencio terminó convenciéndome.

—Está bien ¿A dónde iremos?

—A un lugar -sonrió

—¿Por qué?

—Porque necesito hacer unas cosas y necesito que me acompañes

—Solo dime a dónde iremos

—Ya lo veras -rodeo la cama hasta la puerta -cámbiate y baja a desayunar -y se fue

Me dejó pensando en miles de lugares y cosas posibles, pero al final no llegué a ninguna conclusión, no sabía qué se traía entre manos, aún estaba cansada y solo dejé pasarlo y que la vida solo fluyera.

Bajé a la cocina donde él había estado preparando el desayuno.

—¿Qué tal? -preguntó orgulloso de su desayuno

—¿Dime qué es? -pregunté sin haber visto la mesa aún, fui directo por un vaso para llenarlo de agua

—Veamos... omelette de champiñones con queso, jugo de naranja, una taza de café y brownies

—¿Dé dónde sacaste los brawnies? -me senté a la mesa enfrente del desayuno

—Hay una cafetería que tiene servicio a domicilio

—No escuché el timbre

—No sonó, escuché la moto antes de que tocara

Miré la comida delante de mí. Se veía bastante bien.

—Toma uno -acercó uno de los platos con el omelette

Tomé mis cubiertos y los dos comenzamos a comer.

—¿Me dirás a dónde iremos?

—No -sonrió -es una sorpresa

—¿Sorpresa? Los lugares a los que quieres que te acompañe ¿Son sorpresa?

—Sí

—Aj