Nerd (KimTaeHyung)

41

Después de ir en auto un buen rato, uno de los lugares a los que quería que lo acompañara era, un parque de diversiones. No pensé que su destino, que su algo que hacer tenía que hacerlo en un lugar como este.

Entramos al estacionamiento y nos detuvimos en un lugar cerca de la entrada.

—¿Qué hacemos aquí? -pregunté

—Solo... antes de hacer lo que tenía que hacer se me hizo buena idea venir aquí

—¿Es broma?

—No me estoy riendo

Bajamos del auto y caminamos a la fila para comprar los boletos. Una fila casi inexistente por el día y la hora que era.

Compramos dos boletos y entramos al parque, nos detuvimos en la entrada por un momento, planeando a dónde queríamos ir primero.

—Espero que no te den miedo las montañas rusas porque es a donde iremos ahora -dijo

—A mí no me dan miedo ¿A ti? -lo miré

—No

—Perfecto

Subimos a la montaña rusa, a los caritos chocones, al carrusel, a las tazas giratorias, a la casa del terror, a la casa de los espejos. Anduvimos por todo el parque de diversiones, como si fuéramos niños sueltos en juguetería. El tiempo se pasa volando cuando lo compartes con alguien agradable, y eso nos quedó muy claro cuando nos dimos cuenta de que el sol ya estaba ocultándose

—Fue muy divertido -dije

Ya habíamos dejado el parque e íbamos de regreso al auto.

—Lo sé -sonrió -pero ahora debemos ir a otro lugar

—¿A dónde?

—Ya verás, pero primero debemos pasar a un lugar

—No te entiendo

—No necesitas entenderme

Regresamos un momento a la ciudad para ir directo a una tienda donde venden cosas de fiesta, no sabía qué necesitaba de un lugar como ese, pero después de pocos minutos después salió con una caja de cartón en las manos y la dejó en la cajuela.

—¿Qué es eso? -pregunté cuando entró al auto

—Ya lo veras

Condujo de regresó a la carretera a nuestro siguiente destino. Por el camino, adivine a dónde nos estábamos dirigiendo, era el único lugar interesante tomando este camino.

—¿Iremos a la playa?

—Sí

—Pero, queda a una hora

—¿Y qué?

—Que tenemos escuela mañana

—Tranquila, un día que faltemos no pasa nada

—Habla por ti

—No te afectará, eso déjamelo a mi

—Bien, dejaré mi graduación en tus manos

Después de esa hora, por fin llegamos a la playa, donde estacionamos arriba y tuvimos que bajar hasta la playa para llegar a la orilla del mar.

Nos quitamos los zapatos, nos sentamos sobre una cobija que Tae había puesto sobre la arena.

—Ahora sí -dijo

Tomó la caja de cartón de antes y con una pequeña navaja de bolsillo, cortó la cinta que la mantenía cerrada.