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Desperté temprano, sintiéndome nerviosa por el hecho de que era hoy el ultimo día que tenía para verla. No quería admitirlo, pero Tae tenía razón, tal vez esta sería mi última oportunidad de dejar las cosas claras entre ella y yo, además, me daba curiosidad de saber qué tenía que decirme.

Por dos horas me planté en llamarlo, hasta que por fin me decidí por tomar mi teléfono y hacerlo.

—¿Qué pasa?

—Tomé una decisión -no dijo nada y solo guardó silencio esperando mi respuesta -iré a verla -escuché como suspiraba, pero era un suspiro que normalmente viene con una sonrisa

—Esa es una buena noticia

—Pero... no quiero ir sola... tengo miedo -susurré

—Para eso estoy aquí, yo iré contigo

—¿Ah?

—¿No es normal que cuando tienes miedo vayas acompañado de alguien para que no de tanto miedo?

—No

—Bueno, para mí sí, así que ¿A qué hora es?

—En... dos horas

—Estaré ahí en una hora y media

—¿En serio?

—Claro, somos amigos y eso hacen los amigos ¿No?

—...Sí

—Todo estará bien, no te preocupes, nos vemos más tarde

—De acuerdo

Taehyung

Una hora y media después llegué a su casa. Durante todo el camino se notaba lo nerviosa que estaba por el simple hecho de lo callada que estaba.

—No debes tener miedo -dije -no dejes que ella vea que estas asustada

—Jamás

—Yo estaré contigo todo el tiempo

—No necesitas entrar a la pelea -sonrió por segundos

—No me molesta defenderte, aunque sea tu madre

—Si te pido que corramos...

—Correremos

Cuando por fin estacionamos, ella miraba muy nerviosa por la ventana. Sus ojos vagaban por todo el parque.

Caminamos hasta el área donde no había nada de personas, por eso la fuente vieja, porque era un lado dejado del parque. Había visto mujeres caminado y a cada una de ellas las miraba con atención esperando una reacción de Lihana, pero no pasó nada hasta que ella se detuvo abruptamente y solo en ese momento mis ojos fueron hacia una mujer que estaba sentada en una banca. Al vernos, la mujer se levantó sonriente con una bolsa en las manos.

—¡Hija!

Es ella.

Se le acercó e intento darle un abrazo, pero Lihana colocó sus manos enfrente, alejando cualquier contacto físico que la mujer tuviera pensado.

Yo me limité a dar unos pasos atrás para darles un poco de privacidad, pero sin dejar de escuchar y sin estar tan lejos, tenía que estar cerca por si ella pedía que corriéramos.

—¿Qué quieres? -preguntó Lihana con un tono tan firme, frío y áspero

Solo espero que jamás me hable de esa manera a mí.

Nerd (KimTaeHyung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora