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Las cosas en la Universidad empeoraron, ya no nos hablábamos. Si pasábamos uno junto al otro ni siquiera nos mirábamos, en las clases que compartíamos él se sentaba adelante y yo atrás, a la hora del almuerzo él se quedaba en la cafetería y yo me iba al jardín, a la salida él se iba en un auto que supongo era nuevo, porque no era ni el de su padre o el de su madre y yo simplemente me iba en el mío.

Sin cruzar palabra o mirada, regresamos a ser desconocidos.

Así las cosas entre él y yo ¿Y mi vida? Todo iba en picada. No podía dormir en las noches, pero en el día me sentía muy cansada, si antes no salí de casa, ahora menos, todo era Universidad – casa, casa – Universidad, solo había ido al supermercado una o dos veces, llenando mi carro para evitar salir lo menos posible.

En la Universidad iba muchas veces a la enfermería con la excusa de que me sentía mal, para que la enfermera me dejará dormir en la habitación. Solo desperté cuando la enfermera entró a despertarme, pero ya era inútil porque mis clases habían terminado.

—Lihana ¿Estás bien?

—Sí –tomé mi mochila y me levanté de la cama para irme, pero ella no se movía de la puerta

—Estas viniendo muchas veces y no te ve muy bien ¿Te pasa algo?

—No me pasa nada –sonreí –últimamente me he sentido muy cansada

—¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?

—Con que me dejes dormir aquí cuando lo necesito me es más que suficiente

—Sabes que puedes venir cuando quieras, pero... estás perdiendo muchas clases

—Lo sé, pero de eso me encargo yo, gracias

Con ese gracias ella entendió que tenía que moverse y dejarme salir.

Realmente me daban igual las clases, no importarán próximamente, ahora solo quiero dormir, dormir y seguir durmiendo hasta ya no despertar más. Las clases no importan.

Taehyung

Las cosas en mi vida iban de maravilla, las chicas me pedían salir con ellas cada fin de semana, siempre me invitaban a las fiestas. Me convertí en el chico al que todo mundo saludaba por los pasillos y al que todos conocían, era genial ser yo.

Cuando la clase terminó, lo único que quería era salir corriendo de aquí, pero el profesor me impidió correr y me llamó esperando a que todos los demás salieran.

—¿Sabes lo que está pasando con Lihana?

—¿Con Lihana? ¿Qué pasa con ella?

—Sé que las asistencias no importan mucho, pero –se acercó a su escritorio y abrió su laptop para mostrarme una lista –de las 35 clases que hemos tenido, ella solo ha venido a 23

Que extraño, ella no faltaba cuando éramos amigos

—¿Sabes qué pueda estar pasando con ella?

—Lo lamento, profesor, pero hace tiempo que no hablamos

—Entiendo –suspiró –ya puedes irte

Me intrigaban las causas por las que ella estaría faltando demasiado a clases, pero terminé frenando esos pensamientos. Ella dijo que no quería saber nada de mí y yo tampoco quiero saber nada de ella, así que no me interesa, es su problema, que ella lo resuelva sola.

Era absurdo tener que nos obligaran a tomar un taller cultural o deportivo cuando lo único que todos queríamos era irnos a casa, pero teníamos que tomarlos para completar los créditos para desbloquear nuestras siguientes clases. Incluso a los mismos profesores era más que obvio que les molestaba dar clases a los que nos les importaban.

—¡Todos! ¡Seis vueltas a la cancha!

El voleibol era la mejor opción que había encontrado entre todas las demás. Al igual que los demás, supongo. Todos comenzamos a correr alrededor de la cancha, pero yo hice una pausa porque necesitaba ir al baño. Así que después de pedir permiso, salí del gimnasio, pero en la puerta, me asusté al encontrarme con Lihana mirando por el vidrio de la puerta.

—Me asustaste –dije –deberías entrar ahora antes de que te ponga más vueltas por llegar tarde

Ella llevaba ya su ropa deportiva, pero no me miraba ni me decía nada. Así que solo la dejé. Seguí mi camino al baño, pero sentía como alguien venía detrás de mí, así que me giré dándome cuenta de que era ella.

—Deja de seguirme –me detuve justo enfrente de la entrada a los baños, pero ella solo pasó de largo a mi lado para entrar al baño de chica, lo que me hizo sentir como un idiota y simplemente entré al baño.

Mientras me lavaba las manos mirándome al espejo, un grito se escuchó repentinamente desde el baño de las chicas, por lo que salí corriendo encontrándome con una chica que terminó chocando conmigo.

—¿Qué pasa? –pregunté

—Hay... hay una chica... en uno de los baños, creo que está muerta o algo asó

¿Muerta? Vaya chica dramática

Aunque puedo entender la sorpresa, el hecho de haber una chica desmayada dentro, no es algo de todos los días.

—Llama a la enfermera, yo estaré dentro

—Bien

La chica salió corriendo con dirección a la enfermería, mientras que yo entraba al baño al mismo tiempo que cerraba la puerta que nadie más que la enfermera pudiera entrar. Puse uno de los letreros que había cerda, de esos que dicen que está en limpieza para que nadie pudiera entrar.

—¿Hola? –pregunté en cuanto entré y me quedé en silencio un momento esperando escuchar una respuesta, pero no hubo nada

En cambio, miré al suelo y de uno de los cubículos, por debajo de la puerta, se alcanzaban a ver los pies, tenis negros y panst negro.

—Disculpa –llamé a la puerta, pero ella no se movía para nada

Solo en ese momento recordé la ropa que Lihana llevaba y que ella fue la que entró al baño antes. Por un fugaz momento pensé que era ella, pero no quería estar seguro de eso hasta ver su rostro.

Terminé agachándome y solo así pude ver su rostro. Era ella.

Sin que me diera cuenta la preocupación me recorrió por todo el cuerpo, pero como el baño estaba cerrado lo que hice fue tomarla de los pies, al estar ella sentada en el suelo, con su cabeza recargada en una de las paredes. La jalé con cuidado hasta que estuvo fuera del cubículo.

—Lihana –palmeé su mejilla -¿Puedes escucharme? Lihana –la agité un poco, pero ella no respondía, además de que su rostro se miraba demasiado pálido

La puerta del baño se abrió y solo la enferma entró, cuando la vio en mis brazos, se tiró de rodillas a un lado de mí.

—Lihana –la llamó -¿Qué fue lo que pasó?

—N-No lo sé

—Ayúdame a llevarla a la enfermería

Pasé mi brazo por detrás de su cuello y mi otro brazo por detrás de sus rodillas, para poderla cargar y salir de aquí. Lo bueno de hora era que no había nadie en los pasillos, probablemente muchos ya se habían ido a casa, o estaban en clase. No lo sé. 

Nerd (KimTaeHyung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora