MI PRÍNCIPE. (VEGETA X BULMA)

Capítulo 25

En mi exhaustivo entrenamiento hacia que controlará mis impulsos carnales y sentimentales.
No me acercaba tanto a Bulma, quería darle su espacio y que ella misma se me acercará e hiciera lo que quisiera.
Eleve todo mi ki para convertirme en saiyajin, hace dos meses me enteré que kakaroto había logrado transformase en súper saiyajin, lo que me tiene eufórico. Te venceré insecto.

Vegeta elevo todo su ki, haciendo que todo alrededor se elevará, quería superar sus límites, por lo que no le importó dar toda su energía para lograrlo. Su fuerza superó por mucho su estado, y no midió lo que había hecho haciendo imposible calmar ese resplandor. Fue tan fuerte que explotó.

—¡Vegetaaa!- grito bulma desde lejos por la fuerte explosión donde se encontraba vegeta.
Goku fue rápido en su auxilió, y lo llevaron a la casa completamente herido.
—Kakarato- tartamudeo Vegeta.
—No tengo semillas Bulma. Pero estará bien, lo bueno que llegué a tiempo de salvarlo, si no hubiera estado muy grave, pero necesitas curarlo y que tome reposo. -mencionó el saiyajin.
—Si Goku, cuidare de Vegeta- dijo bulma quitándose las lágrimas, había presentido lo peor.
—Bien, me voy, cuidate Vegeta- exclamó dándole una palmada haciendo que este se quejara de dolor. -Perdón Vegeta- dijo rascándose la cabeza y solo el príncipe gruño.

Bulma paso el trapo para limpiarle la sangre, y le hecho una pomada en sus brazos como masaje para que no le dolieran tanto. Después de un rato el dolor había cesado.
—¿Qué tanto me vez mujer?- preguntó Vegeta ante la mirada de Bulma quien se fijaba en sus fuertes brazos y se había perdido en ellos.
—¿Mujer?- bufo.
—¿Eh?- movió la cabeza..
—Dije, ¿Que, que tanto me vez?
—Eres muy hermoso- musitó la peliazul provocando un sonrojo en Vegeta.
Se le quedo mirando a los profundos ojos del saiyajin que la miraban confundido. En un instante ella se encontraba besando sus labios, con cariño, y el deseo que había guardado por mucho tiempo. Posó una de sus manos a su regazo y apretó su musculatura.
—¿Mujer?- musitó el sayajin.
Ella no correspondía, seguía pasando sus labios por toda su cara y oreja. El sayajin apretó las sabanas, pues su mujer lo estaba excitando de una manera incontrolable pero este no tenía la fuerzas suficiente de hacerlo.
—Vegeta..-gimió bulma en su oído.
—¡Auch!- se quejó el guerrero, ahora su amada, estaba encima de el. Lo miro con ternura, pero luego con perversión. Subió una de sus manos a su blusa y comenzó a desabrocharla, Vegeta ahora posaba sus manos en sus piernas apretándolas.
Dejó ver sus voluptuosos pechos blancos caer, y erectos por al apego de ambas intimidades. Comenzó a moverse por encima de el. Provocando gemidos del guerrero que lo hacían estar en el cielo, le volvió a plantar otro beso y ahora su mujer se encontraba despojándole su ropa con delicadeza para que no lo lastimará.
—¿Q, que haces?
—Quiero hacerte el amor, pero ahora estando yo a cargo- lo dijo seductoramente.
El príncipe no podía negarse, el estaba en sus manos, y sumiso a sus encantos, no solo eso, no estaba estable físicamente lo que era mucho a favor de la terrícola, quien no desaprovecharía el momento.
Recorrió su nariz por su abdomen remarcado, y beso aquellas cicatrices a causa de las peleas y batallas. Lamiendolas con un deseo de hambre, recorriendo todo su torso, apretando su cintura y restregándole sus pechos por todo su cuerpo.
Sin medidas y seguridad, tomo el miembro del sayajin, quien dio un ligero salto por el acto tan repentino, fijo la mirada hacia el que la mirada sorprendido, llevo sus manos a su cabello y le esbozo una sonrisa.
—Soy todo tuyo.- exclamó.
Recordando sus momentos de placer y la pronta cercanía que anhelaba cuando no estaba su príncipe, apretó con sus manos el tronco de su miembro, su pequeña y suave lengua comenzó a succionar la parte más fina y la zona débil de su anatomía.
—Ahhhh, bulma….
Apretó los cabellos de la peliazul. Cerro los ojos por el gran placer que le hacia sentir. Y apegaba más su cabeza, quería que se quedara ahí, que terminara ahí.
—¡¿ah?!
—No sera como tu quieras Vegeta- dijo bulma separando su boca y subiendo nuevamente hacia el.
—Sera como yo quiera.