Capítulo 8

4.5K 336 9
                                    

Ha pasado una semana desde lo ocurrido con Patrick. Él se ha quedado a vivir con nosotras, y está mejor emocionalmene, aunque un poco preocupado porque no encontramos la forma de contactar con Fred sin entrar de nuevo a la casa.

Ahora mismo estamos desayunando los tres unas tostadas que él ha preparado.

-Creo que no deberías preocuparte, Fred ya es un mago mayor de edad y podría defenderse contra tu padre - Queen de dedicaba a tranquilizar a Patrick mientras ojeaba la corta carta de su hermano escondiendo su preocupación - Por lo que cuentas es un mago fuerte y decidido, ya verás como está bien, y estarás con él en menos tiempo del que piensas.

-Lo mismo digo - Agarré su mano mientras le daba una caricia reconfortante - Además quiero conocer a la persona que es capaz de irritar tando a mi hermano - Una pequeña risa se escapó de sus labios.

-Así me gusta verte, sonriente - Patrick la agarró los mofletes y la dio unas caricias en la cara.

-Por cierto. ¿Cuando viene Santana hoy? - Intentó sonar despreocupada, pero en estos meses aprendí a interpretar su expresión de tranquilidad, además la manera en la que miraba a Santana no dejaba mucho a la imaginación.

-¿Por qué tanto interés? ¿Te gusta? - Patrick alzó las cejas y yo puse una sonrisa pícara. Queen nos sonrió un poco, pero su expresión delataba que algo iba mal.

-Sí, creo que me gusta - Patrick y yo pegamos un gritito y nos agarramos las manos fingiendo ser adolescentes de película - Pero, no sé si vamos a poder tener algo, yo ahora mismo estoy embarazada, en dos meses tendré un hijo, y eso es una carga muy pesada en una relación, además soy tres años mayor que vosotros, no quiero quitarla la oportunidad de experimentar - La miré seria, al igual que Patrick, quien se levantó y la abrazó - Tú nunca serás una carga, eres un ser de luz.

-Además - Añadí yo - En unos meses has conseguido que ambos te queramos más que a nuestras familias. No me imagino una vida sin ti Queen.

Todos nos fundimos en un abrazo.

                              ***

Estábamos volviendo del parque hacia casa, habíamos pasado la tarde en el parque con Santana, se hacía tarde y ella estaba empeñada en que teníamos que celebrar la Navidad, la cual era en unos días, todos juntos.

Cuando llegamos a la casa nos encontramos la puerta entre abierta, les hice señas al resto y me puse delante, Santana y yo entramos a la casa en guardia mientras Queen y Patrick esperaban fuera.
Al entrar escuchamos el crujido de unos pasos en el salón, yo saqué el bate para emergencias de dentro de un armario y ambas entramos al salón listas para pelear.

-Bien, ya estáis aquí, podéis decirle al resto que entre, no quiero haceros daño - Era el hombre de cicatrices de la casa de Sirius, al que le pedí las maletas de Patrick.

Santana llamó al resto, aunque ella se quedó junto a Queen en un sillón más alejado, mientras Patrick y yo estábamos sentados cerca de aquel hombre con aspecto cansado.

-Me alegra ver que estás bien Patrick. Siento mucho no haber intervenido, pero he venido para asegurarme de que todo está bien y a cumplir una promesa.

-¿Cuál es tu nombre? - Aunque Patrick parecía conocerle, el desconocido no se había presentado aún, así que decidí agilizar la charla.

-Mi nombre es Remus Lupin, y según lo que me han dicho tu eres Rachel Potter - Remus hablaba con calma, como si nos conociera a todos.

-Has dicho que tenías que cumplir una promesa. ¿Qué tenemos que ver nosotros con eso? - Él sonrió con nostalgia, como si estuviera recordando algo importante y dijo:

-Esa promesa se la hice a tus padres Rachel. Yo soy tu padrino, y lamento de veras no haber podido estar contigo, pero te perdí la pista después de lo de tus padres - No me lo podía creer, tenía un padrino, alguien que se había preocupado lo suficiente por mi como para buscarme.

-¡Reunión! - La voz de Santana nos sobresaltó a todos, nos agarró del brazo y nos arrastró a la cocina dejando a Remus solo en el salón - No me da buena espina ese tío, se presenta aquí de repente y pretende que le acojamos.

-¿Justo como Queen hizo con nosotros? Yo le conozco, y es un buen hombre, si el dice que va a cumplir su promesa la cumplirá - Patrick le defendió ferozmente.

-Creo que la que debería decidir sobre esto es Rachel, ya que Remus es su padrino - Queen me tocó el hombro tranquilanente, como si nada de esto la afectará.
Después de ese comentario Patrick y Santana giraron rápidamente hacia mi y me miraron con impaciencia.

-Creo que deberíamos dejarle explicarse, quiero oír lo que dice, además conoce a Patrick, si él dice que Remus es de fiar le creo - Al terminar la frase me dirigí hacia el salón donde estaba Remus, los cuatro volvimos a sentarnos en nuestros sitios anteriores y con un asentimiento de cabeza Santana le indicó que siguiera hablando.

-Has crecido mucho desde la última vez que te vi - Me miró con nostalgia - Cuando te vi hace una semana, llena de rabia y defendiendo a tu amigo no pude evitar recordar a tu padre, el hubiera hecho lo mismo por cualquiera de nosotros, y además conseguiste hacer reflexionar a todos los presentes. Gracias a ello nadie ha molestado a Fred, ni nada por el estilo.
Por cierto - Se sacó un sobre del bolsillo y se lo extendió a Patrick - De su parte - Patrick agarró ansioso el sobre y se lo guardó en su chaqueta.

-Me quedé preocupado cuando vi tu aspecto, no era el de alguien que estaba viviendo una buena vida, así que me decidí a buscarte. Fui a casa de los Dursley y allí tu tía me contó que te habías ido de casa y todo por lo que habías pasado, el resto ya fue pasear por la ciudad hasta toparme con alguno de vosotros, os vi entrar aquí ayer, así que decidí pasar a la acción - Remus nos dedicó una sonrisa, la sonrisa de aquella persona que ha pasado por mucho, pero yo aún tenía dudas.

-¿Y para qué has venido exactamente?

-He venido para ayudaros en lo que pueda, he visto que ella está embarazada. Podría daros dinero para las cosas del bebé - Accedimos rápidamente, ya que sin las reliquias de Patrick no teníamos casi dinero - También estoy aquí para avisaros y si me dejáis protejeros. El que no debe ser nombrado ha vuelto, y su pasatiempo favorito era torturar muggles y especialmente squibs, así que vais a necesitar protección.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



La Potter squibDonde viven las historias. Descúbrelo ahora