Entramos por la puerta de la casa. Vimos a todos cenando juntos.
Remus no pudo contener su alegría.
-¡Es un niño! ¡Y no ha heredado mi problema! ¡Su pelo ha cambiado de color ya siete veces! - Todos acudieron a abrazar y felicitar a Remus mientras que Patrick y yo nos quedábamos rezagados a un lado de la puerta.
Mientras observabamos la escena Luna se acercó a nosotros.
-Hola, soy Luna Loovegood - Dijo con su habitual sonrisa estrechando la mano de Patrick.
Ambos empezaron a hablar. Pero yo me perdí de la conversación, pues había empezado a observar a Luna.
Estaba preciosa. Se había dejado su larga melena suelta y sus rubios cabellos caían desordenados sobre sus vivos ojos, aunque a ella no parecía importarle.
Nunca me paré a pensar con detalle lo que sentía por Luna, y puedo deducir que ella tampoco lo hizo, ya que nunca hablamos sobre ese beso o sobre los otros que nos habíamos dado.
No había conversaciones románticas previas, nos abrazabamos y besabamos porque se sentía bien. Me sentía bien al estar con ella, y me atraía, pero no creo que ahora sea el mejor momento para comenzar una relación, ni siquiera sé si ella piensa igual que yo. Es obvio que la atraigo, si no no me hubiera besado. Pero nunca me dijo nada sobre el tema, por lo que no puedo confirmar que ella sienta amor hacia mi.
-¡Rachel! - Me sobresalté ante el llamado de Patrick. Si que me había mentido en mis pensamientos.
Subí la mirada para ver que la conversación que mantenía Remus con el resto había acabado y, al parecer quería introducirnos en la nueva.
-Rachel se quedará con nosotros a partir de ahora. Es lo más seguro para ella y para nosotros - Yo asentí. Me esperaba que algo así pasaría.
-Iría a recoger mis cosas, pero no tengo. Así que, adiós.
Bill se me acercó y estrechó mi mano con una sonrisa amable. Fleur, en cambio, me dio un gran abrazo mientras me decía que me cuidara la herida.
Hermione me dio un pequeño abrazo.
-Gracias - Susurró en mi oído. Al separarnos nos miramos con una sonrisa transmitiendonos fuerza.
-Suerte pequeña - Ollivanser apoyó una mano en mi hombro con una sonrisa.
-Cuídate Rachel - Me dijo Dean Thomas. El otro chico que vino con mi hermano.
-Lo mismo digo, y recuerda, conquista a Seamus. Estamos en guerra esta podría ser tu última oportunidad.
-¿¡Cómo te has enterado de eso!? - Me dijo sorprendido.
-Las conversaciones con Hermione dan para mucho - La recién nombrada se sonrojó mientras que el moreno la fulminaba con la mirada.
-Hasta la vista Potter - Ron se acercó a mi y me dio un fuerte apretón de manos.
-Hasta la vista Weasley - Cuando soltamos nuestras manos Patrick agarró a Ron y se lo llevó a una esquina de la habitación, Probablemente para preguntarle por Fred.
-Bueno, adiós - Yo extendí mi mano y Harry abrió sus brazos. Ambos nos miramos incómodos.
Decidí ceder y le di un pequeño e incómodo abrazo.
-Cuídate Harry - Le dije al separarnos.
-Tu también - Asentí con una sonrisa y me giré hacia Luna.
Ella caminó hacia mi y me envolvió en un abrazo al que yo correspondí.
Pude oler su aroma y undí mi cabeza en su pelo para poder hacerlo todavía mejor.
Estar con ella me hacía sentir bien, viva, contenta. No podía separarme de ella.
Necesitaba besarla, despedirme, no sé muy bien por qué, pero lo necesitaba.
Nos separamos un poco, pero aún seguíamos abrazadas.
-Cuídate mucho - La susurré. Estábamos tan cerca que podía sentir su aliento.
Al ver la sonrisa que me dedicó no pude contenerme más y la besé.
De nuevo volví a sentir escalofríos mientras nuestros labios se movían.
Nos separamos pues eramos conscientes de que había más gente en la sala.
-Hablaremos de esto cuando la guerra acabe - Luna asintió.
Nos separamos completamente para ver que todos nos observaban.
Patrick se acercó a nosotras y se nos quedó mirando. Justo cuando pensé que diría alguna de sus tonterías abrazó alegremente a Luna.
-¡Tengo cuñada! - Luna se rió divertida y yo les miré con una sonrisa - El tema de impresionar a la familia es este querida. Puede que te hayan dicho que Harry es el único familiar, pero eso es mentira, de echo sin la aprobación de Harry llegarás lejos. Yo que tu tendría más cuidado con Santana, y con el pequeño Leo, puede que tenga 3 años pero es todo un celoso.
-Ya basta Patrick - Le dije divertida tomándole del hombro y apartandole de Luna.
-Es que estoy emocionado. ¡Siempre pensé que morirías sola! - Sus palabras provocaron una carcajada general.
-Chicos, hay que irse - Andamos hacia Remus y los tres juntos volvimos a la casa.
Cuando entramos por la puerta nos encontramos a Andromeda y a Artie haciendo la cena mientras que Queen y Santana le leían un cuento a Leo.
-Que tranquilidad - Dije sentadome con las chicas.
Leo se colocó en mi regazo y me dio una sonrisa.
-Rachel - Me habló Santana - Hoy ya es tarde, pero mañana vamos a enseñarte una cosa. No te puedo decir que es porque Andromeda prohibió hablar de asuntos de la guerra aquí, pero te va a gustar.
Asentí curiosa por saber en qué lío se habían metido esta vez.
Queen me tomó del brazo y me subió la manga, dejando ver mi cicatriz con la palabra muggle escrita.
-¿Por qué no te la han quitado? Son magos, estoy segura de que pueden borrar una cicatriz.
Leo miraba concentrado mi cicatriz.
-No lo sé, pero no me importa. No me avergüenza ser muggle, y esto es un recuerdo constante de el motivo por el que tenemos que luchar. Para que no haya más cicatrices como la mía.
Queen me asintió.
-¿Has sabido algo de Draco? - Me puse seria de repente. Estaba preocupada por Draco, pero con todas las cosas que ocurrían constantemente creo que no había tenido tiempo para profundizar en el pensamiento.
-No, nada. Él me ayudó a escapar de la mansión Malfoy. Lo hizo con disimulo por lo que espero que no lo notaran.
Queen asintió, parecía triste y su mirada se endureció.
-La guerra no perdona a nadie.
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La Potter squib
FanficSiendo la melliza squib de el elegido me fue fácil pasar a un segundo plano. Nunca pertenecí a su mundo, pero no pienso dejar que ellos luchen mi batalla