“No eres nada”, “Todo es tu culpa”, “El que no debe ser nombrado se acerca”, “Potter”, “Potter”, “¡Potter!”
Me desperté sobresaltada de mi pesadilla. Quise gritar pero una mano tapaba mi boca. Rápidamente agarré el brazo y lo retorcí para darme tiempo a coger mi bate. Escuché un quejido y me dispuse a golpear cuando la habitación se iluminó de repente.
Pude ver a Dumbledore a un lado de mi cama con un objeto extraño en su mano.-Es un desiluminador - Me miraba tranquilo, yo por mi parte estaba furiosa: se había colado en mi habitación. Me dispuse a echarle a batazos cuando el me interrumpió - Le ruego que me escuche, esto es de gran importancia. Voldemort a vuelto y es más fuerte que nunca. Sabe que está usted viva, pero no sabe dónde. Si la encuentra podría usarla para sacar información sobre Harry, así que le pido por favor que desaparezca, solo un tiempo, hasta que Harry averigüe como derrotar a Voldemort.
No me lo podía creer. Me estaba pidiendo que huyera, que me escondiera.
-Punto uno, no me dan miedo ni Voldemort ni sus torturas; punto dos, por muy enfadada que esté con el nunca traicionaría a mi hermano ; punto tres, si todo esto acaba en guerra pienso luchar ; punto cuatro, si usted parece saber como derrotar a Voldemort debería decírselo a Harry en vez de dejar que la gente muera en su retorcido juego, y punto final, váyase a la mierda - Dicho esto le conduje a la salida. Una vez fuera se giró hacia mi y dijo.
-Hubieras sido una excelente Gryffindor - Le cerré la puerta bastante enfadada y subí a mi habitación.
Cuando me tiré en la cama no pude evitarlo y pensé en mis padres. ¿Qué pensarían ellos de mi? ¿Les hubiera gustado que fuera una Gryffindor, cómo Harry, cómo ellos? ¿Me darían la espalda igual que él?Me arrastré hasta el baño y, como hice el día que me fui de casa de los Dursley empecé a comparar a mis padres conmigo.
Mis ojos eran castaños iguales que los de mi padre, y no era tan blanca como mi madre, pero sí heredé su pelirrojo cabello. No recordaba sus caras lo suficiente para comparar nada más, así que me arrastré de nuevo a mi cama.
Se avecinaba la guerra, de gente que quería matarnos por el simple hecho de nacer muggles. Entonces comencé a temer. Si los mortífagos conseguían entrar aquí podrían hacerle algo a Leo, Queen, Patrick, Santana...
¿Y si no era capaz de protegerles? ¿Y si todos tenían razón y yo era una decepción, un fracaso?
Lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas sin control. Enterré mi cabeza en la almohada y ahogé mis sollozos en ella.
***
Esa misma mañana me levantó un grito desgarrador que provenía de la habitación de Queen, seguido de el llanto de Leo.
A pesar de mi dolor de cabeza corrí hacia su habitación encontrándome con Santana y Patrick en el camino.Cuando entramos a la habitación nos encontramos a Queen tirada en el suelo, sollozando con un pequeño papel arrugado en la mano.
Patrick cogió a Leo y comenzó a consolarle mientras Santana y yo clavamos la mirada en lo que supuse que era un elfo.La criatura miró a Queen con asco y luego se giró con la misma mueca ante nosotras.
-Krecher ha cumplido la tarea del amo Malfoy. Así que voy a salir de esta casa de sucios muggles - Desapareció antes de que nos diera tiempo a reaccionar.
Me agaché ante Queen mientras Santana la abrazaba por la espalda.
-Es Draco - Comenzó con voz temblorosa - Lo han obligado a convertirse en mortifago.
No pude pronunciar palabra, no me lo creía. Draco, un mortifago. No se merecía esto.
Irónicamente era el único mago junto a Remus que no nos trataba diferente por ser muggles. Era mi amigo, el tío de mi ahijado.Un par de lágrimas se escaparon por mi rostro.
Me levanté sin decir nada y me dirigí hacia mi habitación en trance. Cogí mi móvil y llamé a Remus, con el cual no hablaba desde el funeral de Sirius.
Cuando descolgó se escucharon gritos de una voz que parecía la de Tonks reclamandole por coger el teléfono en medio de lo que parecía ser una acalorada discusión. Pero hizo silencio de inmediato cuando Remus la explicó que yo era la que llamaba.
-Ha ocurrido algo Remus, necesito que vengas aquí, traete a Tonks si quieres - Remus me aseguró que estaría aquí enseguida y colgó.
***
Cumpliendo con su palabra unos minutos después estaban aquí. Tras explicarles la petición les pedí el favor.
-No dudo de Draco, y no creo que vaya a delatarnos, pero las torturas pueden ser duras, y no lo culparía si lo hiciera. Por lo que necesito un poco de vuestra magia, para tener una salida rápida de aquí en caso de que algo ocurra - Ambos asistieron con la cabeza.
-Podríamos crear transladores - Tonks, al ver mi incomprensión decidió explicármelo - Es un aparato el cual tu tocas y automáticamente te transporta a otro lugar. Podríamos hacer que llegaran a alguna de las bases de la orden - Asentí complacida ante su idea y ella procedió a comenzar a hacerlos. Mientras yo me quedé con ella Remus fue a ver a Queen.
-¿Por qué dicutiais Remus y tú? - Ella levantó la mirada unos segundos de su trabajo para luego volver a él y mascullar:
-Supongo que no tiene sentido ocultartelo, algo me dice que te enterarás de todas maneras - Dio un largo suspiro y continuó - Estoy enamorada de Remus, y se que a él también le gusto, pero me rechaza porque dice que con toda esa mierda de el hombre lobo no es suficiente para mi. Y para colmo Molly Weasley no para de invitarme a cenar a su casa para liarme con uno de sus hijos porque no acepta a su nueva novia.
Se la notaba frustrada, su cabello que ya no era rosa chicle, ahora era de un marrón apagado se encendió un poco.
Me acerqué a ella, le puse la mano en el hombro y le dije :
-Eres una de las tías más guays que conozco, y si Remus no sabe apreciar eso que se joda - soltó una pequeña risa y yo la sonreí cómplice - peeero, eso no significa que tu te vayas a rendir y que yo no te vaya a ayudar.
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La Potter squib
FanfictionSiendo la melliza squib de el elegido me fue fácil pasar a un segundo plano. Nunca pertenecí a su mundo, pero no pienso dejar que ellos luchen mi batalla