Un Teddy de 15 años se dirigía tranquilo al tren de vuelta a casa.
Tenía muchas ganas de ver a su madre adoptiva, Rachel.
No la había visto desde septiembre, ya que había pasado las vacaciones de Navidad con Harry y su familia, y aunque los hermanos ya se llevaban mejor seguían sin invitarse entre ellos a sus casas.
La verdad es que quería llegar lo más rápido posible con su madre, ya que le debía una disculpa.
Además de no haberla visto desde septiembre no había contestado a casi ninguna de sus cartas.
El estrés de los TIMOS junto con los problemas personales que estaba teniendo lo habían llevado a un gran nivel de estrés que había causado que este se aislara.
Y es que últimamente Teddy se había dado cuenta de que le gustaba llevar falda, el pelo largo y cosas muy excéntricas como adornos.
Pero también se había dado cuenta de que no se sentía como un hombre, ni tampoco como una mujer.
Cuando se lo contó a su novia Victorie, ella rompió con él, por lo que decidió que no se lo diría a nadie más.
Decidió ir a pasar las navidades con los Potter porque sabía que si Rachel, alguno de los Malfoy, Patrick e incluso los gemelos hablaban con él notarían que algo le pasaba.
Tan metido en sus pensamientos iba que el tiempo del viaje se le pasó volando y antes de que se diera cuenta había llegado a la estación.
No se detuvo mucho en el anden, pues sabía que su madre le estaría esperando al otro lado de la barrera.
Tal y como había predicho cuando cruzó la barrera se encontró con la pelirroja cabellera de su madre.
-¡Teddy! ¿Qué tal en Howarts?
Teddy correspondió nervioso su abrazo y se apartó rápido causando una mueca de tristeza disimulada en Rachel.
-Pues... Ha sido...
No continuó hablando porque vio a Victorie salir por la barrera junto con su hermana y corrió hacia ella dejando a su madre allí plantada.
-¡Vicky! ¿Podemos hablar?
La rubia suspiró frustrada y tomó las manos de Teddy.
-Necesito tiempo, eso es todo, cuando nos veamos en Howarts el curso que viene lo hablaremos.
Teddy suspiró triste y miró como su novia se iba.
Se giró para volver con su madre pero se encontró con una escena desagradable para él.
-¡Fuera de aquí asquerosa muggle! ¡No eres la adecuada para criar a un hijo de unos héroes de guerra! ¡No tienes magia!
Lo que más sorprendió a Teddy fue que su madre en vez de contestar como solía hacerlo sólo mantenía la mirada desafiante a aquel hombre esperando a que la dejara en paz.
Los puños de Teddy se apretaron y la furia se apoderó de él, no iba a dejar que hablaran así a su madre.
Se dirigió con paso firme hacia el hombre y colocándose delante de Rachel pegó un puñetazo en la mandíbula de aquel señor.
-No vuelva a hablarle a mi madre así, ella ha hecho un buen trabajo criandome y es mucho más que una simple muggle.
El hombre se puso de pie y se fue.
Teddy se giró hacia su madre y la tomó por los hombros preocupado.
-¿Por qué no te has defendido mamá?
Rachel le devolvió una mirada apenada.
-No quería montar una escena, te habría avergonzado.
Sonrió un poco ante la idea de que la misma mujer que le había chillado a un hombre quince minutos enteros por insultar a su sobrino Leo temiera avergonzarle.
-¿Y desde cuando te importa eso?
-Desde que estás enfadado conmigo.
Se le partió el corazón al ver a su madre tan triste.
La envolvió en un abrazo y besó su cabeza, pues era bastante más alto que ella.
-No estoy enfadado contigo, es simplemente que soy un idiota. ¿Podemos hablar en casa?
La pelirroja asintió y tomó a su ahijado del brazo.
Cuando llegaron a casa Teddy le pidió a su madre que esperara en el salón.
Fue a su habitación, se puso su falda e hizo crecer su pelo como a él le gustaba.
Miró la puerta de su cuarto nervioso por lo que pudiera pasar y avanzó hacia el salón.
Una vez allí no se atrevió a subir la mirada por miedo a ver la reacción de su madre.
-Este soy yo, no me siento hombre, ni tampoco mujer, lo he descubierto este curso, Vicky me dejó por ello y me entró miedo de que alguien más lo supiera, por eso os he estado evitando.
Al no escuchar respuesta una lágrima se escapó por su ojo al suponer que su madre no había reaccionado bien.
Pero un sollozo de alegría se escapó de su garganta cuando sintió sus brazos rodeandole con fuerza.
-Estoy muy orgullosa de ti, como no me importó una mierda en que casa quedaste tampoco me importa que género o no seas, sigues siendo el mismo que se fue por ese tren este septiembre solo que ahora sabes algo más de ti mismo.
Teddy aún con lágrimas en los ojos miró a su madre.
-¿Me ayudaras a decírselo al resto?
-Por supuesto.
-Eres la mejor madre del mundo.
Después de decir eso plantó un beso en la frente de la pelirroja.
-¿Crees que mis padres estarían también orgullosos?
Rachel se sentó junto a Teddy en el sofá y le tendió la mano.
-Remus te habría dicho más o menos lo que te he dicho yo y te hubiera ofrecido chocolate y tu madre te habría abrazado mucho y ya estaría amenazando con ir a por Victorie.
Teddy sonrió nostálgico al igual que su madre.
Ambos se imaginaron esa escena en sus cabezas.
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La Potter squib
FanfictionSiendo la melliza squib de el elegido me fue fácil pasar a un segundo plano. Nunca pertenecí a su mundo, pero no pienso dejar que ellos luchen mi batalla