El sol se estaba escondiendo, dejando a la vista la ligera iluminación de la ciudad de New York la llegada era tranquila la camioneta estaba llena de un aroma amargo que de cierta forma le disgustaba a el Alfa pelinegro y a aquel Beta llamado Garry, pero nada que no pudieron aguantar.
La camioneta fue estacionada frente a un gran edificio, de aspecto lujoso y elegante, William bajo de aquella camioneta, abriendo la puerta tracera y extendiendo su mano a Marck, que durante todo el camino iba en silencio, abrazando sus rodillas y mirando por la ventana.
- Marck, tenemos que bajar, ven rápido o sino are que te bajen a la fuerza... - sentenció de forma fría mientras observaba como con miedo el Omega tomaba su mano y salía de la camioneta. - Garry la cadena... - hablo sin interés, llamando al atención de el Omega quien al instante se tensó; el Beta estiró su mano en la cual portaba una cadena y se la entrego a el Alfa. - Garry lleva la camioneta a el garaje y manda a que suban mis maletas, después te puedes ir... - el Beta simplemente asintió y se retiró sobre la camioneta. - Marck conviértete en tu forma lobuna... - hablo sin interés mientras tomaba el broche de la cadena para ponérsela a el collar.
- ¿Que?, ¿Para que? - hablo con temor observando cómo William lo volteaba a ver con seriedad.
- Porque no estás presentable, te ves muy mal, flaco y desnutrido, y no quiero que vean que ya tengo una pareja, así que conviértete en lobo, A.H.O.R.A - Sentenció con molestia mientras desprendía unas pocas feromonas de molestia.
Con un suspiro cansado Marck soltó la mano de William y cerró los ojos, concentrando la poca energía que tenía, de un momento a otro su cuerpo se llenó de pelos blancos y su estatura disminuyó, el cuerpo del chico fue reemplazado por el de su lobo, de aspecto demacrado.
- Buen Omega... - felicito William, poniéndose a la altura de el lobo -que era bastante pequeño para su edad- y puso la cadena en el collar. - Vamos hay que entrar... - Hablo con tranquilidad levantándose y caminando dando un ligero jalón a la cadena para que aquel lobo avanzará junto a él. - Omega actúa normal... - susurro antes de entrar a el edificio, mientras los dos guardias que resguardaban la entrada observaban con pena a aquel lobo blanco que caminaba a duras penas.
- Buenas Tardes señor Robenson - una voz melosa hizo que el Omega se detuviera en seco y volteara a ver a la dueña de aquella voz; una joven Omega de no más de 20 años caminaba a paso apresura en su dirección mientras una gran sonrisa decoraba en su rostro.
- Mierda... - una ligera y apenas perceptible maldición se escuchó de parte de William. Un fuerte tirón de la cadena provocó que el Omega retomará su camino.
- Señor Robenson - la joven se detuvo frente a ellos impidiéndoles el paso. - Que bien que regresó... - hablo con su voz meloso mientras tomaba el brazo de William y desprendía sus feromonas con la única intención de llamar la atención de el Alfa.
- Jennifer... Por favor tengo que llegar a mi departamento y tú impides mi camino... - hablo con frialdad el pelinegro mientras apretaba la cadena que tenía en su mano.
- Quien es el Will - ignoro olímpicamente el comentario, observando aquel lobo que tenía su futuro "Alfa".
- El es Marck y lo encontré, es de mi propiedad... - dijo sin interés jalando un poco la cadena.
- ¿Es un Omega humano-lobo o es un lobo normal? - pregunto con curiosidad mientras se colgaba de el brazo de William y lo jalaba, empezando a caminar en dirección a el elevador.
- Es un lobo normal... Ahora si nos disculpas nos tenemos que ir... - soltó su brazo de el agarre de la mujer y entro a el elevador.
- Nos vemos después señor Will, cuide a su mascota nueva y espero un día de estos acepte mi invitación... - Dijo antes de que las puertas de el elevador se cerraran.
Una vez que el lobo entraron a el elevador bajo sus orejas lastimado por aquel apodo mientras su cola se escondía entre sus patas, provocando que su aroma se volviera más amargo y un poco más fuerte.
- Omega... tu aroma es apestoso cuando se amarga... - hablo en un tono molesto mientras tapaba su nariz con su manos.
Una vez las puertas de el elevador se abrieron el lobo salió primero, jalando la cadena de la mano de el Alfa y caminando por su cuenta.
; Deteniendose brevemente oara observar a el Alfa esperando a que caminara o le indicara donde era el departamento.- Tercera puerta... - dijo sin interés caminando, mientras observaba como el Omega se detenían frente a la puerta, esperando a que la abrieran.
Con calma William coloco su llave en la puerta, abriendo está y dejando a el lobo entraré primero.
- Transformate, es desagradable verte así de flaco y lastimado - la mirada de el lobo decayó, sus orejas bajaron más, se sentía inseguro y desprotegido, cerró sus ojos con fuerza y en un parpadeo reemplazo su cuerpo por el de su parte humana.
- Alfa... - susurro llamando la atención de William quien hizo un sonidito indicando que lo estaba escuchando. - ¿Cree que algún día me pueda llegar a amar?... - pregunto con tristeza mientras se abraza a si mismo y dirijia su mirada en algún punto fijo en el piso. - ¿ O simplemente me compro y marco porque necesitaba un Omega y... Me dejara morir cuando consiga la empresa de su padre?... - su voz temblo, sus ojos se cristalizaron mientras miraba de reojo a el Alfa que se quedó estático. - Si se pregunta ¿cómo se eso?, la noche anterior antes de venir aquí, lo escuché hablando por teléfono, yo iba a el baño y sin querer lo escuché, disculpe... - se disculpó y dirigió su vista nuevamente a aquel punto de el piso, que de cierta forma resultaba más interesante, mientras esperaba alguna respuesta de parte de el Alfa, pero nada. - Lo imagine, tranquilo, después de todo, mi vida no vale la pena... siempre me lo antes recordando, solo sirvo para ser usado...- susurro lo último para si mismo sin interés, mientras por su mejilla resbalaba una ligera lágrima.
Por alguna extraña razón el lobo interno de William sintió la necesidad de ir a consolar a el chico albino, pero siempre su orgullo no se lo permitía, ya que su orgullo iba primero ante todo.
- Tu habitación está en la segunda planta ,puerta dos, en la puerta hay un girasol pintado... - hablo sin interés fingiendo que nada de lo que el Omega había dicho le importo. - Mañana te iré a comprar ropa más presentable, por de mientras en el armario hay un poco de ropa de mi... De mi hermana, era casi de tu estatura así que su ropa te quedará bien... - volteó a ver a el Omega mientras dejaba su suéter sobre el sillón. - después de vestirte bajas, tienes que cenar... - hablo por última vez antes de entrar en la cosina.
Un suspiro cansado salió de la garganta de Marck mientras limpiaba sus lágrimas y se levantaba caminando a las escaleras para subir a su habitación.
- Siempre es así, papá tenía razón... - susurro por última vez antes de emprender su camino por las escaleras.
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Faltas de ortografía las corregiré en la edición.
Voten y comenten
(Entre más haya más rápido actualizo)(Posdata: elaboren sus teorías y comentenlas...)
( Pregunta cómo les gustó más con los términos Alfa y Omega o Marck y William, comenta....)
Los amo♡♡

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Marcado A La Fuerza
FanfictionMarck Keiler Pocket un Omega de 20 años de edad, destinado a una vida de maltratos y abusos. Después de su cumpleaños 20 su padre lo vendió a unos traficantes de omegas quienes vendieron a Keiler a un millonario de 23 años de edad llamado William Yo...