Marcado A La Fuerza

Capitulo 10

La desesperación recorría cada una de las células de su cuerpo, su celo estaba intentando hacer acto de presencia y el único supresor que había encontrado, estaba perdiendo su efecto.

Cada segundo que pasaba, empezaba a sufrir de fuertes dolores, causándole un temblor involuntario, por el miedo y la excitación masiva que sentía; los instintos de su lobo empezaba a intentar dominar.

Su aroma a vainilla empezaba a ser más intenso, mesclando feromonas de exitacion, mientras de su boca salían pequeños jadeos y chillidos necesitados.

Tenían miedo y no solo el sino también su lobo, tenían miedo de que su alfa los lastimara por ocultar su celo y que los castigará; sin embargo ambos empezaban a ser segados por la necesidad de que el dolor se fuera.

-¡Deja que alfa venga a liberarnos de nuestro dolor!- chilló entre fuertes lloriqueos el lobo, mientras lágrimas es deslisaban de sus ojos gracias a el miedo y dolor que sentís, rascando desesperadamente para poder escapar.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos intentando con todas sus fuerzas no ceder ante la petición de su lobo, se negaba a ser un juguete en su primera vez, quería que fuera como siempre lo imagino, que su alfa lo cuidara y mimaria, pero esto no estaba pasando.

Sus pupilas se dilataron dejándose por fin dominar por su lobo,entre susurros se pedía perdón mutuamente; sus fosas nasales fueron golpeadas por el potente aroma del Alfa que lo llamaba a gritos,asiendo que soltará un chillido exitado.

El alfa entro a la habitación encontrándose con el temblorosa cuerpo de el Omega sobre la cama, por instinto relamio sus labios; miro asia su apetecible tracero y una sonrisa lasciva se dibujo en su rostro al notar que el boxer azul con el que contaba el Omega se encontraba completamente lleno de lubricante natural y una reciente erección.

Pero tan rápido como reconoció el aroma rezagado que tenía el Omega, se dió cuenta que este no era el primer día de su celo, un gruñido escapó de su garganta.

-Omega maleducado eres un descarado al no dejar que te tomara desde el primer día- se acercó a el cuerpo contrario y sin cuidado lo tomo por las muñecas sometiéndolo, pegando su nariz sobre su cuello aspirando el delicioso y conocido aroma que este tenía. -Te castigare por esto tonto Omega- gruñó molesto el lobo, mordiendo sin piedad nuevamente la marca que tenían en su cuello.

[...]

El sonido obscena de ambas pieles chocando entre sí llenaba la habitación al igual que los fuertes gemidos que soltaba el podré Omega.

-A-alfa...- gimoteo, sintiendo sus cabellos ser jalado sin piedad alguna y de una forma brusca su espalda se arqueó, su cuerpo se encontraba completamente cansado por tanto sobre esfuerzo y tantas veces en las que se había corrido sobre las sábanas.

Sus paredes internas se apretaron haciendo que el alfa soltará un fuerte gruñido de exitacion, enseñando sus colmillos y volviendo a incrustarlos sobre su hombro en forma de atdvertencia para que no se volviera a correr sin permiso.

Solo esperaba que el alfa terminara, para poder al fim liberarse de el y que lo deja en paz, su hombros se encontraban llenos de sangre y varias marcas de modas por a ver se corrido sin permiso.