Capítulo 22

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El viento golpeaba con ferocidad su rostro y con cada paso apresurado que baba ese sentimiento de libertad se hacía mucho más grande.
No era consiente de cuánto tiempo había estado corriendo, sin embargo el sol anunciaba que ya eran pasadas del mediodía.

Ya estamos bastante lejos - comentó su lobo bastante contento, moviendo de un lado a otro su cola.

De un fuerte derrape, se detuvo y miró a sus espaldas, era verdad ya estaba bastante lejos, tanto que podía escuchar la escandalosa corriente de un río cerca, soltó un pequeña y temblorosa risa, sus piernas flaquearon y callo hincado sobre la tierra.
El sudor comenzó a deslizarse por su frente mientras tomaba rápidas bocanadas de aire, en un intento de poder regular su respiración. Estaba feliz de poder haber escapado, sus pies dolían pero eso no le evitaban sonreír, paso su mano sobre su frente quitar el exceso de sudor y se dejó caer sobre la hierba soltando fuertes y alegres carcajadas.

—¡Somos libres!— sus ojos se pusieron acuosos y inconsciente abrazo su abdomen. —Seremos libres bebé— susurro entre lágrimas, al fin, y se hizo bolita llenándose de un poco de tierra.

Limpió sus lágrimas con su mano llenándose con un poco de polvo el rostro.
Todo parecía tan hermosos que hasta había olvidado el collar en su cuello, soltó una pequeña risita más y se sentó al estilo indio admirando la belleza de ese bosque. Le era extraño que en ningún momento ese collar se hubiera activado pero no quería pensar en ellos, no al menos es ese momento.
Descolgó la mochila de su espalda y la puso entre sus piernas, sacando una barra de chocolate de están, abriéndola para comenzar a comer, tanto correr le había abierto el apetito.
Todo el bosque estaba sumergido en un silencio acogedor, en dónde solo de los sonidos de la naturaleza hacían acto de presencia, haciéndolo sonreír.
El crujido de unas cuantas ramas lo puso alertó, haciéndolo frunsir el ceño.

—Hay alguien por ahí— pregunto pero rápidamente rodó los ojos, como si alguien fuera a responderle.

Envolvió su barra de chocolate y la guardó dentro de la mochila, para después sacar una botella con agua, pero nuevamente el sonido de unas hojas romperse llamo su atención, comenzó a olfatear el lugar pero al parecer no había nada fuera de su lugar, se encogió de hombros dándole un trago a el agua pero ese mismo sonido se repitió está vez haciendo que se levantará y comenzará a mirar a su alrededor.
Un gruñido escapo de sus labios al encontrar un aroma extraño, relamio sus labios y dejo que su lobo tomara en control de su cuerpo, poco tiempo después este ya se encontraba revisando por todos lados con su mirada.

Algo extraño, sin duda— hablo para si mismo, mostrando sus colmillos y soltando su aroma para poder marcar su territorio y anunciar que se encontraba en ese sitio.

Pero al parecer quien estaba provocando tales sonidos no se detenía, haciendo que el Omega comenzará a retroceder por la inseguridad y temor que sentía, no estaba en su territorio y no conocía nada de ese lugar.
Repentinamente un pequeño y peludito conejo salió corriendo de entre unos arbustos sacándole un bufido.

Encerio, un conejo, no tenemos remedió— masajeó el puente de su nariz y se dió la vuelta para tomar sus cosas y continuar su camino.

Y así lo hizo, colgó nuevamente la mochila sobre su hombro y dió algunos pasos pero en cuanto ejecutó está acción de entre los árboles un poderoso oso grizzly lo derribo con total facilidad.
Su cuerpo quedó completamente congelado, tanto por la impresión como por el terror de tener a dicho animal sobre él. Un rugido logro sacarlo de su trance y quedará en poción fetal tapando su cabeza con sus manos, mostrándose asustado. Podía sentir la respiración de aquel osos sobre su cabello, no sabía cómo defenderse o protegerse, solo quería salir corriendo.

Un aullido provocó que la atención de aquel animal se desviará del Omega y este viendo la forma de escapar no la desperdiciaría, con una velocidad sobre humana, se levantó y comenzó a correr torpemente, atrayendo nuevamente toda la atención de la bestia.
Sus ojos se abrieron como platos al ver su tamaño y esos imponente colmillos que resaltaban causa de su osico abierto, pero no pensaba quedarse nuevamente a averiguar si lo seguiría a no, por los que comenzó correr lo más rápido que sus piernas se lo permitían, determinado a esconderse.
Nuevamente ese aullido se escuchó haciendo que por solo unos segundos lo hizo sentir a salvó, sin embargo sigo corriendo asta esconderse detrás de unos troncos de árboles.
Los alaridos y chillidos adolorido eran lo único que se podía escuchar, no sabía el porque pero estaba asustado y preocupado, no sabía que era lo que estaba sucediendo pero algo le decía que ese osos estaba peleando con otro animal, tal vez un lobo normal o con un perro salvaje.

Chillidos, rígidos, aullidos y el obsceno sonido de cuerpos siendo derribados con total ferosidad lo hacían ponerse nerviosos e inseguro ya que desconocía quien era el que iba ganando y si llegaba a perder lo que fuera que lo estubiera protegiendo el quedaría ala mercede tremendo animal. Todos se detuvo estrepitosamente, el lugar era nuevamente silencioso, pero eso aumentaba más el temor de ese Omega, cerro con fuerza los ojos y aún temeroso asomo la cabeza por detrás el tronco, una vez ejecutó dicha acción volvió a abrir los ojos. No había nada, aquel oso se había marchado y en su lugar la figura temblorosa de un lobo negro opaco estaba ahí, parado sobre sus cuatro extremidades, mientras de su osico escurian espesos y finos chorros de sangre, lentamente levanto la mirada conectandola con la del contrario, intento avanzar pero al instante calló al piso desmayado.
Apresurado se acercó a socorrer a aquel lobo que por su tamaño era un Alfa, con su mano acaricio el pelaje de este, era suave tenía que admitirlo, lo reviso con la mirada, estaba bastante lastimado, suspiro y puso su oreja sobre él buscando signos vitales, por fortuna seguía vivo, ese aroma que desprendía ele era conocido, rápidamente a su cabeza llegó la imagen de ese estúpido Alfa, él lo había salvado.

—Tenemos que llevarlo a casa...— susurro para si mismo.

Tenía un largo camino por recorrer y con ese pesado lobo no iba a poder solo.

—Alfa tines que ayudarme — hablo sobre ella oreja de aquel lobo, quien soltó un gruñido. —Esto va a hacer difícil








[♡♡🥞♡♡]

Faltas de ortografía las corregiré después.
(Me dió hueva revisarlo, perdón si hay faltas de ortografía, me las corrigen porfa)

1/3

Al rato, mañana o pasado mañana, depende de la cruda, subo el otro cap. No sé me alteren, que no cunda el pánico.

"Feliz año nuevo"

Espero y les guste este pequeño maratón en recompensa a el nuevo año, a todos los años que me tardo en actualizar, por todo el apoyo que tiene mi historia y tomenlo como un regalo de me pa ustedes.

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Los amo (•ө•)♡

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Byebye

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