Somebody To Love. ~Maylor~

Somebody To Love. - 30

Brian estaba quedándose dormido en el sofá de la Habitación de Sophia, sus ojos se cerraban cada vez más, y lo último que vio antes de caer rendido, fue aquel par de ojos azules que tanto lo enamoraban.

***

— ¿Cómo está? ¿Ya podré verlo?

El doctor abrió la puerta de la habitación, dejando pasar a Brian y aclarando su duda. Brian le sonrió y entró en la habitación, y lo primero que vio, fue a su novio recostado en la cama con los ojos entre abiertos.

— Bri... — Sonrió el rubio apenas audible y extendiendo sus brazos.
El rizado corrió hacia su novio y se acercó a abrazarlo cuidadosamente.

— ¿Cómo te sientes, cielo? — Preguntó el rizado acariciando la frente de su novio.

— Estoy Muy Bien... Estoy muy bien ahora... ¿Cómo está Sophia?

— Sophia... Con respecto a eso, te tengo una sorpresa. — El doctor le pasó a Brian los papeles y él se los dio a Roger, quien comenzó a leerlos y sus ojos se llenaron de agua en cuanto terminó.

— ¿Donde firmo, Doctor?

Su doctor rió, le pasó una pluma y fue indicándoles donde tenía que firmar cada uno de ellos, hasta que finalmente, las firmas estuvieron completas.

— Me encargaré personalmente de que el Juzgado de lo Familiar le de sus apellidos a la pequeña. — Dijo el doctor sonriendo y guardando los papeles en su portafolio. — Roger... Con respecto a lo que te sucedió... Debes dejar de fumar, revise el esquema de tus vacunas y te hacen falta tres. ¿Hace cuantos años comenzaste a fumar?

— Más o Menos desde los Diecisiete. ¿Pero qué tiene que ver?

— Tus Bronquios Están inflamados, eso hizo que dejaras de respirar por unos cuantos segundos. En cuanto a la enfermedad que captaste de aquí del hospital, se lleva el tratamiento como si fuera un resfriado. A partir de hoy, dejaras de fumar, ¿Entendido?

Roger suspiró y asintió con la cabeza. — ¿Cómo está mi hija?

— Mejor que nunca. Está recibiendo bien el tratamiento. Podrán irse todos a casa mañana. — Respondió el Doctor llenando unos papeles. — Los dejó solos, jóvenes. Más tarde vendré a firmar los papeles del alta para que puedan irse mañana.

El doctor salió de la habitación después de quitarle a Roger la mascarilla y los cables del pecho, dejándolos solos por completo.

Brian abrazó a Roger y atrapó sus labios en un beso un poco subido de tono mientras que el rubio metía las manos en su cabello rizado, acercándolos más.

— Te amo, Roger...