Somebody To Love. ~Maylor~

Somebody To Love. - 41

Otro Día iba comenzando, y para ellos, era el inicio de una nueva vida como familia.

Brian ya estaba totalmente seguro de que quería pasar el resto de su vida junto a Roger, así que había planeado algo bastante especial para ellos dos.
Se levantó temprano y escribió una nota pequeña, la cual dejó en la mesa de noche de su novio.

“Vístete de Gala, Este día es Nuestro.
Pasaré a Recogerte a las 5 en Punto. Freddie y John se harán cargo de Sophia el resto del día.
Te amo,
Bri.”

Le besó la frente antes de salir de la casa hacia el centro comercial en compañía de Freddie. Una de las joyerías más finas del centro de la ciudad fue su punto de llegada.

Una cajita negra, dos anillos dentro, y el amor de su vida esperándolo en casa. Sin duda alguna sería el mejor de los días.

Una vez comprados los anillos, se dispusieron a ir a arreglar el lugar donde todo iba a ocurrir. Era un jardín pequeño, pero bastante bonito. Estaba rodeado de todas esas hermosas rosas que tanto le gustaban a Roger... Un ambiente romántico, solo para ellos dos.

Freddie se encargó de decorar un poco más el lugar, y cuando dió el momento de irse, Brian se cambió de ropa y llamaron a John, quién tardó pocos minutos en llegar, y de ahí, la última parada era ir a recoger a su lindo novio... Y qué orgullo le daba decir que Roger era su novio.

Brian condujo hacia el apartamento, y una vez fuera del edificio, suspiró y se repitió mil y un veces todo lo que tenía que hacer. No quería equivocarse. No quería arruinarlo... Quería que ese día quedara grabado en la memoria de ambos.
Cuando finalmente se decidió a entrar, subió por el elevador para ahorrarse tiempo y caminó a paso acelerado hacia el apartamento y tocó la puerta. Un chico rubio con los ojitos azules más lindos del mundo no tardó en atenderlo. Con su niña en los brazos, y arreglado perfectamente para la ocasión.

Se le quedó mirando unos cuantos segundos y sonrió. — Ahora es cuando comprendo lo afortunado que soy...

Roger se ruborizó al instante. —Gracias... ¿Nos vamos?

—S-Si... Freddie y John están abajo.

Roger Sonrió y entró por la maleta de Sophia, para luego salir y cerrar la puerta con llave. Brian lo tomó de la mano y Caminaron nuevamente al ascensor. Le gustaba que los vieran caminando de la mano. Lo llenaba de orgullo.

En la recepción estaban sus amigos, esperando ansiosamente cuidar de la pequeña mientras que aquellos dos hacían lo que tuvieran que hacer.

Roger dejó a Sophia en los brazos de Freddie. — Cuídala, por Favor...

— Descuida, Cariño. Está en buenas manos. Ahora ustedes deben irse.

Ambos chicos sonrieron y se montaron en el auto. A los pocos minutos estaban en el lugar que Brian había elegido para su momento tan especial.

Bajó a Roger del auto con los ojos vendados y cuidadosamente lo ayudó a entrar, hasta que finalmente estuvo parado en medio de aquel bello jardin.

— Ya Puedes Quitarte La Venda, Amor...

Roger obedeció y despejó sus ojos de la oscura venda. Sonrió ampliamente al ver dónde estaban. Le gustaba el lugar, y mejor era por qué solo estarían ellos dos.

Se soltó de Brian y comenzó a caminar por todo al rededor del jardín. Contemplando cada pequeño detalle, guardándolo en su memoria.

— ¿Te Gusta?

Roger Asintió repetidas veces mientras seguía mirando. — Es Muy Bonito, Bri...

El más alto se acercó a su novio y lo abrazó por la cintura y besó su mejilla. — Es Para Nosotros dos esta noche, amor... La noche es nuestra.

Roger se giró y se puso un poco de pinturas para alcanzar a Brian, lo cual les hizo un poco de gracia a ambos. — Te amo, Brian...

Brian besó tiernamente los labios de Roger. — Yo También a ti.