*7 Meses Después*Freddie arreglaba el moño del traje de Roger. Se lo había puesto al revés. Ese chico si que no tenía remedio alguno.
Ese día se casaban... Y No podía haber más felicidad en el ambiente.
-Ya estás Listo, Roggie.
El Ojiazul se dió vuelta para encontrarse consigo mismo en el espejo. Su nuevo corte de cabello le gustaba, y el traje lo hacía lucir bien. Y es que era Tan guapo...
Se giró nuevamente hacia Freddie y lo atrapó en un gran abrazo. -Gracias, Freddie... Por estar aquí...
El chico aceptó el abrazo, sintiendo el nudo gigante que se comenzaba a formar en su garganta. -N-No me Agradezcas... Somos amigos, ¿No?
Roger Asintió sin soltarlo. -Hermanos, Freddie. Hermanos...
El sonido de unos pasitos lentos Interrumpió el momento. Una pequeñina con un vestido blanco estaba parada en la puerta. La niña ya comenzaba a hablar, y cada cosa que decía se entendía a la perfección. Era muy inteligente para tener apenas dos años.
-P-Papá... - Dijo Alzando sus pequeño bracitos. Roger la tomó y le miró con ella en el espejo. La chiquilla sonrió y le dió un besito en la mejilla. -Te quiero, Papi...
Los Ojos de Roger Estaban llenos de agua, pero simplemente abrazó fuertemente a su niña. -Yo También a ti, mi amor...
Sophia rodeó el cuello de Roger con sus pequeños bracitos para luego hacerle una seña para que la dejara bajar, a lo que Roger obedeció mientras veía a su niña bajar lenta y cuidadosamente las escaleras.
Roger se limpió los ojos y tomó a Freddie del brazo para salir de la casa. Hacía unos cuantos meses que el padre de Roger les había dado su regalo de bodas. Una casa nueva y amueblada.
Roger Cargó nuevamente a Sophia y la metió en el auto, la sentó en su silla y le puso el cinturón, para luego dar la vuelta y tomar su lugar en el asiento del conductor.
Freddie miró a Roger por última vez. -¿Estás listo?
Roger Asintió. -No tienes que Preguntar... Estoy Seguro.
El Rubio puso en marcha el auto hacia la iglesia. Los nervios y la felicidad recorrían sus venas, podía sentirlo, y le encantaba. Estaba a punto de casarse con el amor de su vida... Y estaba feliz por eso.
La vida que había deseado tener, todos sus sueños, tener una familia se habían vuelto realidad... Y qué felicidad sentía de saber que todo lo había hecho bien, y con la persona que quería.Sus pensamientos volaron cuando Vio a Sophia mirando por la ventana. Su niña no iba a ser una niña para siempre. Quería ser un buen padre para ella... Quería enseñarle las cosas buenas que había en el mundo, quería enseñarla a Amar a la gente, a ser una niña buena... Y todo eso, quería hacerlo con Brian.
En el momento en el que la iglesia apareció frente a sus ojos, la felicidad se apoderó de sus ojos nuevamente, así que dejó caer unas pequeñas Lágrimas de sus ojos.
Bajaron del auto junto con la Niña y entraron. Las únicas personas que había eran su padre y su nueva esposa, junto con algunas otras personas, quienes lo felicitaron de manera sincera por su compromiso.Roger ocupó su lugar frente al altar con su niña en los brazos, hablando palabritas entendibles con él, a lo que Roger solo le sonreía y le respondía con la cabeza, tratando de seguirle también su pequeña conversación.
-¿Papi Bri vendrá También?
-Claro que sí, amor... Ya no debe de tardar. - Dijo revisando su reloj. -Te Gustará mucho la fiesta... Ya lo verás.- Dijo Roger Acomodándole el cabello a Sophia.
Sophia le dió un besito en la mejilla y le extendió los brazos a su Abuelo, quién la tomó en brazos, tomando eso como pretexto para acercarse a su hijo.
-Felicidades, Hijo. - Dijo Michael tomándole la mano. -Me Alegra que Hayas encontrado alguien a Quien Amar, y que Te Ama también.
-Gracias, Papá. - Respondió Abrazándolo. -Y Gracias Por Aceptar venir...
-Eres Mi Único Hijo... Lamento Haberme Perdido tantos años de tu vida. Pero me alegra Estar aquí en un día tan importante para ti.
Roger le sonrió y siguió esperando a que el reloj marcará la hora en la que su prometido una a llegar a la iglesia. La gente seguía llegando, y de todos recibía un abrazo sincero, y los mejores deseos.
Hasta que llegó.
Todos ocuparon su lugar, y Brian entró a la Iglesia del brazo de su madre.
Roger Sonrió al verlo entrar... Lucía Tan perfecto, y tan lindo a su manera... Qué simplemente se enamoró más de él.Cuando llegó a él, lo tomó tiernamente de la mano y lo acercó a él, para luego fundirse en un precioso y emotivo abrazo. Donde solo existían ellos dos.
La ceremonia dió inicio, y simplemente pensaban en que podían decirse uno al otro. Encontrar las palabras adecuadas en esos momentos no era algo fácil, por que querían demostrarse tantas cosas...
Y finalmente, Las encontraron.
-Brian... ¿Qué te puedo decir? Eres el amor de mi vida, y lo sabes. Eres el empujón que me hacía falta para amarme a mi mismo, para poder amarte a ti cómo te lo mereces... Y siempre estaré agradecido por tenerte conmigo. Por qué me amas, por qué me dejaste tener contigo la vida que siempre quise tener... Una familia, y una hija hermosa. - Sonrió entre sus lágrimas de felicidad. -Te amo, Brian May.
Brian tomó una de sus manos entre la suya, y la besó delicadamente. -Tengo tantas cosas que Decirte... Y hay veces en las que simplemente no encuentro las palabras correctas, pero en éste Día, vinieron a mi como por arte de magia, y a pesar de eso... Solo me queda decirte que estaré contigo hasta el último día de mi vida. Quiero pasar todos los días que me quedan contigo. Quiero que el día de mañana nos despertemos siendo más felices de lo que ya somos... Quiero ser feliz a tu lado. Espero que me des la oportunidad de dejarte ser feliz a ti también. Te amo, Roger.
Ese fue el único pasó que necesitaron para darse cuenta de cuánto se amaban.
"Los Declaro Unidos Ante La Ley de Dios."
Brian y Roger Ya Encontraron a Su Persona Destinada Para Amarse.
¿Y tú? ¿Qué esperas para Buscar A Alguien Para Amar?
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Somebody To Love. ~Maylor~
FanfictionCasualmente, La Vida de Alguien Cambia de Muchas Maneras. Nadie se siente realmente listo para Amar a otra persona. Necesitas encontrarte a ti mismo, y amarte como eres. Roger Taylor descubre el gran poder de amarse a sí mismo y de amar a alguien má...