Predestinado. ~ ChrisErick Omegaverse ~

【Ｆｉｎａｌ】

Tres años. ¿Tres años? habían pasado desde que Erick y Christopher formaron un lazo, uniendo sus vidas y corazones, siendo testigos de un amor puro y sincero. Pero ¿Qué fue lo que sucedió con ellos en esté tiempo?

💭💦💌🌹

-¡Por dios Aaliyah suelta el pelo de tu hermano!-Gritó estresado Erick, masajeando sus cienes.

-Cariño relájate, son solo niños están jugando-El alfa paso sus brazos por la cintura del omega, envolviéndolo en un cálido abrazo, intentando calmar sus nervios.

-Chris, cariño ¡Se están arrancando los mechones, son salvajes!

-Son adorables...-Sonrió Christopher viendo como la pequeña Aaliyah le tiraba con un lego a su hermano Thiago.

Hace un año se habían mudado del apartamento que Christopher había comprado, y que con tanto esfuerzo habían remodelado. Les costo dejar ese lugar y todos los recuerdos que lo habitaban, pero cuando los niños cumplieron su primer año de vida el apartamento se les estaba quedando muy pequeño. Christopher consiguió trabajo como modelo, y su carrera cada día iba mejor, Erick era fotógrafo profesional, todo iba más que bien. Compraron una linda casa de tres habitaciones, una amplía cocina, dos baños y una sala de estar con vista al patio, donde habían colocado algunos juegos para los niños.

En cuanto Joel a Yoandri seguían siendo los mismos tontos de siempre. Habían traído a la vida tres preciosos cachorritos, hiperactivos a más no poder, al punto de que a Joel a sus 25 años de vida ya le había salido una cana.

Todo iba más que bien para la vida de estos chicos enamorados, dos cachorritos, buenos amigos, trabajo estable y una casa acogedora, pero faltaba algo...un pequeño detalle.

-Erick ven aquí cariño-Pidió Christopher dando palmaditas en el sofá.

El omega asintió un poco confuso, dejando a los niños en sus sillas para comer.

-¿Qué sucede Chris?-Preguntó el menor acariciando la mejilla de su alfa.

Christopher tomo ambas manos de Erick, arrodillándose frente a él, sacando una caja color rojo aterciopelado de su chaqueta, abriéndola y dejando ver un precioso y brillante anillo.

-Erick...mi amado Erick. Tengo tanto para decirte, pero para ser sincero las palabras se quedan atascadas en mi corazón, y se niegan a salir, pero puedo asegurarte que mis sentimientos hacía ti son puros, sinceros y hermosos, casi tan hermosos como tus ojos, esos que brillan más que cualquier estrella. ¿Qué hiciste conmigo? Me haces sentir enamorado y débil, tú mirada me hace débil, me gustaría mirar todo el tiempo tus cálidos y profundos ojos, llegaste como un tornado a alborotar mis sentimientos, tu sonrisa me hace sentir completo y alegra mi día, tu sola existencia es arte. Pasamos por tantas cosas juntos, luchamos tanto para poder ser felices los dos. Te amo con cada parte de mi corazón. Eres un ángel caído en la Tierra Erick, viniste a hacerme feliz, me haces sentir tan amado y apreciado, estoy tan orgulloso de poder decir que eres mi omega. Nosotros no necesitamos papeles ni anillos para demostrar cuanto nos amamos, nuestras almas están entrelazadas al igual que nuestros corazones, que laten en sintonía siempre. No hay nada como nosotros, no hay nada como tú y yo.

Erick rompió en llanto al escuchar lo último, ese era un pedacito de la canción que el le canto a Christopher por su primer aniversario. El alfa limpió las lágrimas en la mejilla de su chico, siguiendo con su discurso.

-Como decía, no necesitamos papeles y anillos para demostrar cuanto nos amamos, pero quiero unirme a ti de todas las formas posibles. Además que es una oportunidad de verte en traje por el amor de Dios te quedan geniales los trajes...creo que me desvíe de tema lo siento. ERICK COLÓN, Erick ¿Me darías el honor de ser tu esposo?