Desde el primer día.

XXVIII. Tres años...

+18 final

...Tres años después...

El padre de Pete tardó aproximadamente un año, seis meses, ocho días, con... No sé cuántas horas, para aceptar que Pete era gay.

Creo que esa fue su mayor lucha. Su mayor desafío. Pete lloró mucho. Durante mucho tiempo.

Por un lado, se lo veía feliz. Libre. Tan...él...
Por otro lado, pude notar como le dolía ver como su padre se marchaba enojado junto con Alvin. Lo podía ver en sus ojos luego de todo el tema de Trump, se fue al mes a Alemania.

Lo que no me esperaba, es que tres meses... O fueron cuatro... No recuerdo, él volvió. Volvió creo que para arreglarse con su hijo. Y eso puso a Pete en las nubes. Como si su sueño se volviera realidad.

Y yo estaba al pie del cañón. A su lado. Y me presenté, como el novio oficial y único de Pete.

-- ...Señor, Ae Intouch, soy el novio de su hijo.

Recuerdo aquel apretón de manos como si fuese ayer. Me sentí yo también en las nubes. No faltaba tanto para ser libres.
Faltaba solo mi familia.

Aunque, eso no fue gran cosa. La primera que lo supo fue claramente mi sobrina.
Ella lo detectó enseguida. Su inocencia y su bondad eran más grandes que cualquier otra cosa. Se puso muy feliz al enterarse que Pete y yo éramos novios.

Mis padres claro, al principio no lo aceptaron y estuve varias semanas sin saber de ellos, ahora, era mi turno de sufrir.

Creo que cuando cumplimos un año y monedas con Pete, ellos me citaron para hablar y aceptaron que yo estaba enamorado de Pete.
No me declaré homosexual. Porque simplemente no me sentía así. Y se los dije.

--Existe una preferencia sexual que se llama Pansexualidad, lo leí en internet. Es muy poco frecuente, casi la mayoría se declara gay, heterosexual o bisexual. Pero somos pocos los que somos pansexuales de verdad.

Claro que me tomó bastante tiempo explicar lo que era yo. Ya no quería ser una persona indefinida. Aunque las etiquetas no me gustaban, me gustaba decir que yo era eso. Una persona con una sexualidad distinta a lo que la gente está acostumbrada a ver o escuchar.
Simplemente era yo. Amando a otro ser humano sin importante ni su sexo, ni su edad, ni su religión. Solamente amándolo con cada centímetro de mi piel.

Pude entender que no todas las personas entienden el concepto de amor de la misma manera. Y yo lo acepté. Acepté su trayecto a la aceptación. Y ellos me aceptaron.
Aceptaron el amor que creían mejor para mí.

Y lo mejor para mí, era Pete. La persona con la que llevaba saliendo tres años, dos meses, y un día.

Y con la que planeaba estar el resto de mi vida.

Sobre mi, puedo decir que estoy ansioso.
Hoy me darán el resultado de la última materia que me queda para recibirme. Y debía esperar unas tres horas para salir de este lugar.
Pond estaba a la par mía, ambos estábamos muy nerviosos.

A Pete no le faltaba tanto para recibirse tampoco. Su carrera en sí era muy difícil pero él era brillante. Casi siempre pudo manejar sus materias como todo un rey.

Solamente yo estuve en crisis durante estos años y los finales. Días y noches enteras sin dormir por estudiar, muchas discusiones, muchas peleas, poco tiempo. Sin embargo, tanto amor podría sobrepasar cualquier altercado.

--¿Crees que podamos aprobar? --me preguntó por enésima vez Pond.

Yo estaba estresado. Me sentía muy nervioso y ansioso. Solo quería descargarme un rato, y a la vez, estar cerca para no llegar tarde.