III. Caer en este lío.

2.8K 269 5
                                    

Llegamos ya a Bangkok. Y yo me sentía un poco más tranquilo de lo que estaba anteriormente.
Ping y Pond, se dirigieron a los edificios de ingeniería. Los demás, a sus respectivos lugares. No sin antes saludarnos y prometernos que íbamos a volver a salir de la misma forma.
Lo había pasado bastante bien dentro de todo. Solo lo de Pete me tenía muy mal, pero ya iba a averiguar de qué se trataba.
Yo fui con Pond y Ping y ahí dejé mis cosas en mi habitación. Pond venía hablándonos todo el camino. Y yo, no le escuché una sola palabra.
Dejé mis cosas así. Sin abrir mi bolso y salí.
Tomé un autobús para ir a lo de Pete. Toqué la puerta.
Sin respuesta.
Me estaba empezando a sentir nervioso. Lo llamé un par de veces más. Sin respuesta.

Estuve unas dos horas sentado afuera de su casa.
Llamándolo con el celular y tocando la puerta. Estaba cansado. Por el viaje, por el día, por el hambre...
Era el mediodía y yo no había comido nada desde ayer.
Me recosté sobre una pared que había ahí y cerré los ojos. La cabeza me daba vueltas. Seguro me había bajado la presión o algo, así que me quedé ahí sentado, con la cabeza hacia atrás y respirando pesado.
Mi panza hacia mucho ruido. Pero estaba un poco mareado todavía para levantarme.
Para colmo, hacia mucho calor.
Sin darme cuenta cómo ni por qué, me quedé dormido.

Me desperté algo confundido. Miré hacia todos lados, ya estaba oscuro.
¿Cuánto tiempo estuve dormido?
Busqué mi celular. Llamada de Pond, de Ping y ninguna de Pete.
Habían pasado casi 6 horas que yo había llegado ahí.
Y Pete seguía sin aparecer.
Me sentía un poco enfadado. Un poco no, muy enfadado. Había perdido un día entero buscándolo y él no aparecía. No respondía mis llamadas y no quería buscarlo en la casa de la madre. Quizás él no estuviese ahí y ella se preocuparía.
Pero, pensé, qué más da. Quizás está ahí y yo aquí como un idiota esperándolo sin haber comido absolutamente nada y llamándolo a toda hora sin recibir respuesta.
Y me levanté a buscarlo en la casa de la madre.

Todavía estaba algo mareado. Pero no tanto como al mediodía. Llegaría a mi departamento y me comería algo. Pero primero lo primero, saber dónde carajos estaba mi novio.
Llegué a la mansión de la mamá de Pete. Dudé un segundo cuando ya estaba en la puerta...
Me dolía mucho la cabeza.
Qué más da, volví a pensar. Y sin pensarlo, irónicamente hablando, toqué la puerta.
Enseguida salió la tía (mucama) de Pete y su madre. Ella me atendió muy bien y me sonreía a toda hora. Quise preguntarle a ella directamente así me ahorraba hablar con la madre.
--P', ¿Pete no estuvo por aquí hoy...?
Ella me miraba con cierta preocupación cuando le pregunté eso. Me miró de arriba a abajo. Seguro yo estaba hecho un desastre.
--No, mi niño no ha venido hace mucho por aquí. ¿Lo buscaste en su departamento? Quizás está ahí...
Suspiré cansado. Le sonreí y me despedí.
Resignado me fui. Caminando, por la noche.
Quería cenar algo, yo no daba más del hambre.
Caminaba muy mal humorado. La calle estaba vacía y todavía me faltaba mucho para llegar.
En eso, una llamada de Pond.
--¿Qué quieres? --le digo. Estaba muriendo lentamente de hambre y de cansancio.
--¿Dónde estás Ae? No te veo desde el mediodía, no almorzaste con nosotros y ahora tampoco cenaste. ¿Fuiste con tus padres? ¿Encontraste a Pete?
Y esa pregunta encendió mi furia.
¿Y si en serio le pasó algo?
--No sé nada, me quedé dormido esperándolo y no apareció. Ahora estoy yendo a comer algo...
Cuando Pond iba a responder, se me cayó el celular. Quizás por la poca fuerza que hacía por mantener mi brazo arriba.
Hoy todo me salía mal...
No tenía mi mochila encima para tirarla al piso como cuando estaba enojado. Esta vez estaba a punto de matar a alguien.
Me agacho a recoger el celular.
Levanto mi cabeza. Quedo atónito.
Él estaba ahí. Y me miraba, atónito también.

Desde el primer día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora