•Capitulo 5•

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Un nuevo día comenzaba, era hoy el día en el que empezaba a trabajar allí. Tenía miedo, el estar en el mismo lugar de trabajo de Taehyung realmente me daba miedo. Con solo pensar que en algún momento podría cruzármelo solo aceleraba mi corazón.
Al llegar a la productora, Hye nos recibió con una reverencia, su mirada se clavó en mi cuerpo, y sentí malicia en el, que está pasando con este hombre?
Nos guió a donde sería nuestro lugar de trabajo, sus aires de grandeza lo hacían parecer el CEO.
La sala estaba repleta de vestuarios que la boy band había usado en videos musicales y presentaciones. Pude distinguir una entre todas, un saco negro con dibujo de flores doradas. Había visto esta prenda en un video musical, lo lucía él, tan único. Cómo si se tratase de un iman me fui acercando hasta hacer contacto con ella, acaricié la tela y la saqué del perchero. La abracé y aspiré su aroma, olía a limpio, pero mi mente se imaginaba que ese era su perfume.
-Si llegan a verte de esa manera dirán que estás completamente loca- la voz de mi amiga me devolvió a la realidad. Dejé la prenda en su lugar y procedí a ordenar todo, había demasiada cantidad de ropa.
Las horas transcurrían y me sentía más a gusto, estar cerca de quien amo no era una tarea difícil, que podría resultar mal de todo esto?
-Hoy llegan!- dice mi amiga con tal entusiasmo
-Hoy? Crei que era mañana
-No, llegan hoy, salimos de aquí y vamos directo al aeropuerto
Otra vez esos nervios, mi corazón latía desbocado, esta vez había una razón importante: lo vería por primera vez en persona. Así el no sepa quien soy, lo veré.
Faltando sólo cinco minutos para irnos, arreglo mi cabellera negra y partimos rumbo al aeropuerto. Las manos me sudaban y no dejaba de mover mis piernas en señal de ansiedad, todo se hizo más intenso cuando bajamos del taxi.
Cantidad innumerable de fotógrafos y periodistas esperaban la llegada de los chicos, había fanaticos que esperaban eufóricos.
Por mi parte decidí ponerme un cubrebocas , iba completamente de negro, como intentando pasar desapercibida.
Unos gritos me distrajeron y los flashes empezaron a ser disparados. Cada uno de los miembros hacían su desfile hasta el auto que los llevaría a su hogar, era casi irreal ver a mi banda favorita de cerca, pero el no llegaba.
Pasaban uno, dos, tres miembros y yo esperaba por el. Trato de acercarme más para verlo mejor. Y ahí lo veo, lo veo a él, y mi mundo giró solamente entorno a él. Seguía detenidamente cada uno de sus pasos, sus movimientos, sus gestos, la amabilidad con la que saludaba a la prensa aún así disparándole flashes en los ojos.
No podía dejar de mirarlo, era simplemente mágico, estaba con su cabello oscuro, amaba ese look en el. Mis ojos solo tenían a una persona mirando y era el.
No se qué obra del día hice para que en un momento repentino el pose sus ojos en los míos, porque si lo hizo. Su mirada era incluso más penetrante que en todas las fotografías que tenía, era más imponente que cualquier dios, si bien lucia cansado, su mirada movió cada partícula dentro de mi. Me sentía como una polilla hacia la luz, a medida que seguía su camino y me miraba, mis ojos se iban con el. Porque siempre fue así, mis ojos siempre estuvieron puestos en el.
Luego desapareció y dejó un halo de confusión en mi. Retumbó todo mi ser, solo podía sentirme mareada, no escuchaba, si bien había gritos y ruido de gente corriendo, solo podía escuchar a mi corazón en mis oidos. El sonido cada vez era más fuerte y podía jurar por Dios que me habían mojado en la frente, pero no, era mi sudor, realmente estaba sintiéndome mal. Fueron demasiadas emociones por un día, agradecí a la vida por los 3 segundos que duró nuestro contacto visual y me desplomé en el suelo del aeropuerto.

Cartas de una sasaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora