•Capitulo 7•

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De inmediato me fui a su oficina, sea lo que sea, debía ser importante.
Los pasillos eran largos, eso no ayudaban a mi ansiedad, era lo más parecido a una película de terror donde la protagonista corría por los pasillos y nunca llegaba a la salida, así me sentía yo.
Golpeo su puerta y espero una señal
-Pasa
-Aqui estoy- digo un tanto nerviosa
-Tengo información para ti- pone sobre su escritorio un sobre color marrón- es parte de su agenda, tiene marcado varios encuentros con sus amistades, visitas a familiares, y demás cosas que no creo interesante pero seguro a ti te importarán.
Miré ese sobre y las ganas sobrehumanas de revisar su contenido me estaban carcomiendo
-Dentro de unos días me llega una información especial. Creo que con esa información estarás en la lista de personas con más suerte por tenerla.
-Que clase de información?
-Informacion sobre el estado psicológico de Taehyung
Eso no me lo esperé, con información especial me imaginaba números telefónicos, direcciones de familiares, etc., jamás un estado psicologico.
-Quiero todo lo que tengas de él
-Lo sé, Milena. Llegará en una semana más o menos, por ser información especial tiene precio especial
-Pago lo que sea, creo que eso había quedado claro
-Tomo tu palabra
Tomé el sobre y salí de la oficina, su contenido pedía a gritos ser leído, pero debía hacerlo en un lugar tranquilo.
Opté por hacerlo en el baño, verifiqué que no haya nadie, bajé la tapa del inodoro y me senté. Podía sentir mi corazón latir demasiado rápido, mi respiración estaba irregular. En ese momento recordé cuando una antigua amiga se hizo una prueba de embarazo, estaba igual de nerviosa que yo en este momento.
Con manos temblorosas saqué su contenido y me pedí a mi misma tener calma. Respiré hondo y me dispuse a leer detalladamente todo lo que decía.
Verdaderamente era un tipo de agenda de Taehyung, detallaba día, horario y lugar de encuentro con sus amistades, horarios de ensayo y algunos números telefónicos. Él tenía su vida completamente programada, en qué horario desayunar, en cual almorzar, etc.
En ese momento me sentí plena, tenia en mis manos información suya, sentía dentro de mi que una alegria invadia mi ser. Lo que una vez me imaginaba en la soledad de mi habitación hoy se estaba haciendo realidad, esa información que tantas veces vi siendo subastada en las redes, hoy estaba en mis manos y con la cercanía del dueño de dicha información.
Guardé la información en el sobre y lo abracé.
Por un segundo sentí que estaba abrazándolo a él. Sentí que estaba abrazando su alma.
Según decía cierto papel, mañana se encontraría con un amigo de la infancia en un café en el centro de la ciudad. Mañana iba a poner en acción mis planes, el generar acercamientos como suceden en esos doramas románticos, donde lo rozo sin querer, o donde le pregunto algo sin saber de quien se trata. Es mañana, me repetía como un mantra, mañana será el día donde de nuevo voy a volver a verlo.
Salí del baño y regresé a mi lugar de trabajo, para mi sorpresa, había alguien que no pertenecía al personal. Era Yoona. Hice una reverencia en modo de saludo. Ella se quedó mirándome y luego hizo lo mismo. Podía notar como la tensión que había en ese momento podía cortarse con un cuchillo. Puedo asegurar que le caí tan mal como ella a mi la primera vez que la vi. Simulé la sonrisa más falsa posible, mis dotes de actriz estaban floreciendo en este momento, y eso que cuando no soporto a alguien pongo mi mejor cara de disgusto. Pero ahí estaba yo, mostrando mis dientes a esa mujer que tanto detesto. ¿Que mierda hace acá? ¿Acaso me está provocando? Podía sentir como mi cuerpo hervía de rabia, y en mi mente no dejaban de formularse preguntas ¿cual es la necesidad de aparecer por aquí tantas veces? ¿Que es lo que se trae entre manos? Si me conociera de antes diría que lo hace a propósito, pero esta es la primera vez que sabe de mi existencia.
La voz de la mujer que la acompaña me saca de mis pensamientos rápidamente
-Oh, Milena! Te presento a Yoona.
-Un gusto conocerte, Yoona.- dije en un pobre coreano mientras reverenciaba otra vez.
-El gusto es mío - me dijo
Mentira, puedo jurar por mi vida que es mentira que le da gusto conocerme. Ambas estamos mintiendo, sin decirlo estamos pensando mil y unas groserías mientras nos miramos.
Vuelvo a mi puesto y puedo sentir una mirada detrás de mi, sé que sigue cada uno de mis movimientos, le debe intrigar saber quien soy y porque estoy acá, pero mi intriga es mucho más grande que todos sus pensamientos y baila en mi mente sin dejarme en paz ¿que es lo que esta haciendo realmente acá?

Cartas de una sasaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora