Carta 174 (Ultima carta)

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11 de febrero.                        Seul, Corea del Sur

Es el fin, mamá. Realmente es el fin. No puedo ni siquiera pensar en nada. Ni siquiera puedo escribir. No siento nada, me siento muerta desde hace mucho.
Tenias razón, debí hacerte caso. Debí seguir mi carrera como tú querías, pienso en ese futuro, hoy lo veo muy lejano, ya nada será igual. Ahora estoy pagando mis pecados, pero me libraré de eso, te lo prometo.
Prometo que no sufriré mamá, ya no más. Nunca más. Te amo mucho, te lo he dicho? No te olvides jamás de eso, yo realmente te amo mucho mamá.

Cartas de una sasaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora