10 Verdad

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Gwen cubrió su boca y sus ojos se llenaron de lágrimas, miró a sus amigos uno a uno y asintió. Normalmente Harry se encargaba de cosas como esa pero esta vez pasó lo inesperado.

La rubia se levantó y corrió hacia el pizarrón, tomó el borrador y lo golpeó contra la silla del profesor para dejar el polvo caer en ella. Corrió de vuelta a su mochila mientras maldecia, olvidó llevarse la botella con ella volcó la cantidad justa de agua con el polvo blanco y formó una pasta que esparció por toda la silla.

Justo a tiempo cuando ella se sentó y escondía el agua, entró el profesor. El hombre saludó, se sentó en la silla, acomodo sus cosas y se levantó para dar la clase.

De inmediato las carcajadas de sus alumnos se hicieron presentes.

-Debe dejar de tener sexo antes de las clases profesor.

-¿Qué? -Él volteó y se miró el trasero, encontrándose con la gran mancha blanca en su pantalón negro -¿Quién hizo esto?

Gwen le enseñó sus manos con los dedos manchados con tiza -Ups.

-Señorita Stacy jamás hubiera esperado esto de usted.

-Las personas cambian.

-A la dirección.

-Con mucho gusto. -Era una locura pero necesitaba salir de ahí.

Gwen en la dirección fue lo más contrario a como se comportaba, la directora la suspendió por dos días. Sonrió y se recargó en la pared cuando vió a Harry, Ned, Harley, Michelle, Wanda, Pietro incluso Matt esperando su turno para entrar.

-Ustedes ¿qué hicieron?

-Casualmente la cartuchera se me cayó en la cabeza del profesor, luego el cuaderno y otras cosas más. -Le dijo Michelle con una sonrisa.

-Yo le hablé de sexo. -Se rió de la idea de Harry.

-Estaba con el celular, me preguntó que hacía y le dije que miraba porno. Un clásico.

-Coquetear con él. 

-Tú siempre haces eso -Se quejó Harry.

-Lo hice peor.

-¿Chicos?

-Broma de mellizos.

-Le golpeé el trasero con mi bastón al grito de que trasero.

Las carcajadas no se dieron a esperar con lo dicho por Matt.

-Definitivamente somos los mejores amigos del mundo.

-Gwen eres una genia, ahora no tendremos que venir a clases y estaremos con Peter.

-Lo sé, lo sé. Ahora pasen y al salir digan cuantos días los suspenden.

***
Tony con la mano de su hijo en la suya, le acarició cabello con su mano libre. Peter lentamente abrió los ojos, pero sonrió al ver a su padre.

-Papá.... ¿D-dónde es estoy?

-Shh, estás en el hospital. Salvaste mi vida hijo no tengo idea de como agradecerte lo que hiciste, pero Peter prométeme una cosa.

-¿Qué?

-No vuelvas a arriesgar tú vida así. ¿Sabes el miedo que sentí al verte tan herido?

Peter agachó la cabeza, pero no se arrepentía.

-Tienes idea de la alegría que tengo de que estés mirándome en este momento, de que estés despierto.

El chico lo miró y le sonrió con los ojos brillantes. Tony se contagió y sonrió igualmente. 

Lazos De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora