Instagram [Yoonmin]

Narración 16

PoV YoonGi

Ya han pasado seis días, seis días sin saber de Jiminnie, hemos recorrido muchos puntos de Seoul, pero aún no damos con el edificio que describe Wendy.

- ¿Has pensado en ese? - Namjoon me señaló uno alto, parecía de una corporación importante.

- Soy tu hyung, respétame, mocoso.

- Vaya, el efecto Jimin está pasando.

- Haré como que no oí eso, no, no lo recordaba, la verdad.

- ¿Echemos un vistazo?

- Volvamos asegurados, sabes a lo que me refiero.

- Sí, ¿Será conveniente llegar y entrar?

- Volvamos con esas cosas que nos dio la señorita Suji, para pasar a cualquier lugar.

- Me parece justo.

- No lo sé, Namjoon, ahora que veo ese lugar, tengo un presentimiento...

- Ha dicho eso en cada edificio al que vamos, hyung.

- Calla, ahora es de verdad - Le sonreí.

PoV Jimin

Entre en el cuarto lleno de pantallas, habían cámaras, desde cámaras de la agencia hasta en mi piso anterior, el nuevo, los pasillos, en la que supuse era la casa de mi madre, porque veía a Jihyun jugando, y de la calle, pude ver a hyung mirando a la cámara y analizar, sonreí, estábamos cerca de encontrarnos, esperé un poco y lo vi por la cámara del pasillo, venía con Namjoon hyung, entraron al piso y los vi sacando cosas, eran armas, abrí mucho los ojos, esto se pondría feo, me di la vuelta y encontré a los dos sujetos atrás de mi.

- Vaya, precioso, eres escurridizo, ¿Estuviste aquí todo el tiempo?

- Claro que sí, debe saber que siempre fue observado...

- Vaya, que niño más inteligente se consiguió el amo Dowoon.

- Sí, además, despierto se ve apetitoso, ¿No crees?

- Sí, buenas piernas, buena cadera, buen trasero, tiene todo...

- ¿Piensas lo que yo?

- Sí, vamos - Yo observaba con temor, me aferraba a mis utensilios de defensa, pero me negaba a usarlos, así que decidí esconderlos en mi espalda hasta ser absolutamente necesario.

- ¿Que? - Dije mirándolos a ambos, se acercaron mientras uno hablaba por un auricular.

- Ven, chico de los nudos - Con fuerza cada uno tomó un brazo y me levantaron del suelo, comencé a patalear e intentar alcanzar a uno de los dos gorilas, pero no podía.

- Deja de pelear, no vas a ganar - Volvimos a la habitación, entraron cerrando la puerta, miré en busca de algo, cualquier cosa que me ayudase a salir de aquí.

Al no encontrar nada volví mi vista a los hombres que hablaban entre ellos mirándome, era repulsivo, venga, Dowoon, me estabas esperando, pero deberás esperar más si no apareces pronto. Uno se acercó e intentó besarme, luego tocarme pero corrí lejos de él, me persiguió y corrí al otro extremo, repetí el proceso, casi corriendo en círculos por la habitación, estuvimos así un buen rato, hasta que el otro me detuvo sonriendo, con fuerza me lanzó al suelo, se puso sobre mi sin cargarme su peso, pero inmovilizandome.