Narración 30

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PoV Jimin

- Ya veo que veía Dowoon...

- Vete - Me hice un ovillo sollozando.

- Eres exquisito, incluso mejor que Wendy - Se acercó y paseó su nariz por mi cabello - Hueles de maravilla - Me dieron arcadas, Yoongi me había dicho eso hace dos noches, y fue hasta complaciente en ese momento.

- No te me acerques...

- Pero tengo sesiones gratis por haberla ayudado, puedo volver cuando quiera.

- Déjame verla...

- Lo lleva pidiendo unos días, bien, en diez minutos vendré a buscarte, alístate - Salió de la habitación y me giré en la cama.

Mi cuerpo dolía, me acerqué a un mueble lentamente ya que me molestaba andar, y saqué una muda. Me cambié y me miré en el baño de la habitación, me cubrí el cuello con una bufanda, ya no sabía cuál era de Yoongi y cuál no lo era.

- Jiminnie, ¿Vienes? - Salí suspirando, me guió por el pasillo hasta una habitación con cinco cerraduras, abrió cada una de ellas y me invitó a pasar, di un paso cuando me detuvo para susurrarme algo - Al entrar, agachate un poco - Hice lo que me dijo y sobre mi se estrelló algo, sonó como un plato o algo así.

- Jiminnie... - Ella me miró, recibí un empujón y la puerta se cerró tras de mi, se oyeron todas las cerraduras.

- Tienes quince minutos, Jiminnie.

- Jimin - Dijo ella e intentó acercarse, pero estaba atada a la pared, cosa que logró frenarla.

- No te fuerces, te puedes hacer daño - Me acerqué y ella forzó una sonrisa.

- No tenías porqué venir, Jimin.

- Eres alguien importante, para Taemin, para Jihyun y para mí.

- Que tierno, Jiminnie... - Se acercó a abrazarme pero paró y sus ojos se abrieron mucho mientras se cristalizaban - Dime que eso en tu cuello no es lo que yo creo que es.

- Eh... - Me tapé más con la bufanda y bajé la mirada.

- Se atrevieron... A tocarte... otra vez - Comenzaba a hablar entre hipidos, la miré y lloraba mucho.

- No, mamá, no llores.

- Estás aquí... Dejando que abusen de ti... Solo para salvarme... ¿Verdad?

- Sí.

- ¿Por qué?

- Porque si no venía, ibas a ser tú la que acabaría mal, y luego Jihyun...

- Yoongi...

- Mi hyung - Sonreí triste - La noche antes de venir, hicimos el amor hasta quedar exhaustos - Sentí mis mejillas más cálidas y ambos sonreimos, aunque sabía que era por cosas distintas - A la mañana Yeri pasaría por uno de nosotros, y yo me desperté antes, no desperté a Yoongi, creo que ya me busca.

- Ojalá te encuentre, se te ve horrible el cuello.

- La otra vez...

- La otra vez abrí y estabas despertando, con una sonrisa y las marcas moradas se veían diferentes.

- Lo sé.

- Espera... ¿Quién es Yeri?

- ¿Yeri?

- Sí, tú la mencionaste.

- Pero deberías saberlo.

- ¿Por qué?

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