De amor, odio y otras tragedias | Phildosia

XXVII

El infierno que vivía Susan era diferente al que vivía Philip. Pero al fin y al cabo era un infierno.

Necesitaba hallar urgentemente la manera de independizarse de James Reynolds.

Huir de esa maldita ciudad que había ensuciado su nombre y el de su madre para iniciar de nuevo.

Pero sería imposible.

Su carencia de estudios le impedía salir de ese profundo pozo que la asesinaba lentamente.

¿Cómo podría defenderse del cruel mundo sin siquiera poder descifrar una simple oración?

Solía sentarse en su habitación con el bendito Panfleto Reynolds en sus manos, pero no podía entender ni una sola palabra.

Aunque, a veces, agradecía no poder entender las falacias que el idiota de Alexander Hamilton había escrito acerca de su madre.