XXIX

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Theo se percató de que algo pasaba con Philip.

Él estaba ausente.

No prestaba atención a las clases, a los maestros. Ni siquiera a ella.

Una vez estuvieron en la soledad de su cabaña, ella se atrevió a preguntarle.

—¿En qué piensas, Philip?

—Necesito pedirte un favor —pidió él, aún con la cabeza en las nubes.

De amor, odio y otras tragedias | PhildosiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora