DC Cómics One-Shots.

Damian Wayne.

Título: Thanksgiving day.
Advertencia: No.

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—¡No voy a comer pavo! —gritó Beast boy, convertido en pavo —¡No al canibalismo, no al canibalismo!

Hizo una marcha alrededor de la cocina, con Starfire y Nightwing viéndolo.

—No todos somos vegetarianos, Gar —le dijo Star, dándole una caricia en su cabeza de pavo.

—Pues deberían —Gar se convirtió en humano y caminó hacia mí —. Por eso me casaré con ella.

Se convirtió en canguro y me metió en su bolsa. Mientras todos reían y yo trataba de salirme de la bolsa de Gar, alguien hizo un sonido de irritación.

Todos volteamos hacía donde estaba Damian, aún con su traje de Robin.

—¿Ustedes son superhéroes o niños? —hizo uno de sus dejes de superioridad.

—La gran mayoría somos adolescentes, incluyéndote —le dije, logrando salir de la bolsa de Gar —. Además, es día de acción de gracias, no deberías ser tan amargado.

—Ni tú tan infantil —atacó, poniéndose a pocos pasos frente a mí.

—Recuerdenme quién es hija de un súper soldado... Cierto, yo —me acerqué a Damian, poniéndonos frente a frente.

—¿Tú padre no es un mercenario a sueldo?

—¿Y el tuyo un tipo disfrazado de murciélago con traumas infantiles?

Damian frunció los labios, ahogándose con su propia lengua venenosa.

—Al menos mi padre no mató al resto de mis hermanos —sonrió como si hubiera ganado.

Reí.

—Por lo menos fui deseada, cariño.

Damian se puso serio, pude ver la ira en todas sus facciones y como pensaba en la manera más rápida de hacerme daño, me empujó.

Caí y golpee mi cabeza fuertemente. Pude oír a Starfire chillar. Me levanté y lo golpee en su rostro de malnacido, de su nariz chorreaba sangre. Se preparó para atacarme de nuevo...

—¡Es suficiente! —Dick se interpuso entre nosotros —¡Se supone que ustedes son lo suficientemente maduros para dejar las tonterías! ¿Cierto, Damian?

Damian sólo rodó los ojos.

—Voy a hablar con Batman sobre esto —dijo Dick, dándole una mirada a Damian antes de irse.

—Es injusto que solo yo salga perjudicado —Damian se cruzó de brazos.

—Nosotros somos los supervisores de _______ —Kory se acercó —. Ella no irá a a fiesta de acción de gracias que organizamos.

—¡Injusticia! —Gar se levantó de su asiento —¡_______ tuvo la idea de una fiesta, no pueden sacarla de su propia fiesta!

—Gar...

—¡Que haga otra cosa! ¡Ofrezco que limpie mi cuarto y el de Jaime!

—¡Gar! —le grité, asqueada por la idea —Eres muy dulce, pero prefiero no ir a la fiesta.

—Mi habitación se siente ofendida —replicó Jaime.

Beast boy me abrazó.

—Sigo diciendo que es una injusticia —se encogió de hombros —¡Dije que sin pavo!

Gar se convirtió en un guacamayo y empezó a picotear a Wally, que iba a meter el pavo al horno.

—¡Es un ave muerta! ¡Si no la comemos se desperdicia! ¡Piensa en los niños de África, Gar!

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—¡Esto es injusto, padre! —Damian se encontraba peleando con Batman a través de una videollamada.

—Ya hablamos de esto, Damian. Hiciste algo inaceptable, este es tu castigo —Batman pareció sereno, aunque su voz se sentía tensa.

—¡Ella no es más que la hija de un villano!

Eso colmó mi paciencia. Quería estrellarle la cara contra la pantalla, pero Dick nos había advertido sobre la violencia y Batman estaba al otro lado de la pantalla y eso no sería una buena impresión.

—¡Basta! —le cortó Batman —Nos vemos mañana, Damian.

Y cortó.

Damian le dio una patada a el sofá con frustración.

—¿Verdad que se siente feo? —volteo a verme con el ceño fruncido —¿La frustración de no tener lo que quieres, niño malcriado?

—Cállate, adefesio —caminó hacia la cocina. Yo lo seguí, porque la conversación se estaba tornando interesante.

—No vas a encontrar nada comestible allí —le dije, mientras él hurgaba en la nevera —. Gar se lo comió todo junto a Wally.

Maldijo.

—Puedo prepararte algo sí quieres —sugerí, tomando algunos ingredientes de la alacena.

—¿Crees que no se cocinar? —lo miré con obviedad. Damian bufó.

—Eso pensé —comencé a picar algunos ingredientes —. Te advierto que ni una pizca de carne va a tocar mi comida.

—Soy vegetariano —se sentó en el mesón, viéndome cocinar.

—Pues, es lo único que tenemos en común.

§§§§§

Tiré la consola por la ventana.

—¡Ven aquí, cobarde!

Damian y yo habíamos comenzado a pelear luego de que yo le ganara en una inocente partida de Mario Kart.

—¡Eres un estúpido! —le grité, mientras le lanzaba uno de sus birdarangs.

—¡Y tú eres una imbécil! —me lanzó una espada.

—¡Mocoso!

—¡Debilucha!

—¡Ridículo!

—¡Huérfana!

—¡Niño no deseado!

—Ustedes de verdad se odian —ambos dimos nuestra atención hacia donde vino el comentario.

Gar, Dick, Kory, Raven, Jaime, Wally y Roy estaban en el lumbral de la puerta de la sala viendo nuestro desastre.

—¿Ustedes no entienden nunca? —preguntó Dick, apretando el puente de su nariz con sus dedos.

—No —respondimos.

—Al menos se pusieron de acuerdo en algo —Roy sonrió.

—¡No es cierto! —nos miramos al unísono —¡Deja de decir lo que yo digo! ¡Dije basta! ¡Eres insoportable!

Y volvimos a pelear.

—No voy a limpiar nada —Raven pasó por nuestro lado.

—Le apuesto cien a Wilson —Roy tomó una silla y se sentó.

—Yo apuesto doscientos al demonio—Jaime se sentó junto a él.

—Yo le voy a _______ con doscientos cincuenta y una pizza —Gar apostó.

—Es un trato —Roy sonrió.

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Me encantó este.

Hago pedidos, beibis, no lo olviden.

Ai lof yiu,

La bruja amante de vampiros.