Sólo en una ocasión te vi fumar, hecho muy curioso que me llevó a divagar en el siguiente tema; el humo...
El humo se desprendía de tu boca con tal delicadeza, con tal aprecio, como si éste anhelará quedarse en tu aliento, como sí no entendiese que es efímero, y que tiene que volar, el humo ansía que lo conviertas en poesía como haces con la mayoría de cosas que tocas con tal suavidad, como cuando tienes el cigarrillo en la mano, o como me haces brotar palabras sólo con una caricia...
Ese humo es similar a mis "Te amo" que nacen en tu boca, porque de allí provienen las palabras que me animan a seguir con vida, y los besos que me dan aliento y me lo quitan, son efímeros, al escucharlos, pero son eternos en significado, y así como el humo ansían morir en tu boca, ser poesía y renacer en tu aliento todas las veces necesarias.
Porque hiciste de un veneno como la nicotina una luz como de véngala, porque sólo la colocaste en tu boca, sin dejar que te asesinase, ni que te convirtieras en un adicto a ella, sólo utilizaste su humo, para hacer de tu presencia algo volátil en aquel segundo, sólo te robaste esos minutos de vida, para observar aquel efecto que tu existencia evoca de vez en cuando, la probabilidad de que nuestra alma este compuesta de humo.
Y de ser así, mis palabras viajan por el aire, aatrapar tu boca en medio de sollozos, esa boca que a veces cuenta historias,otras veces habla temas de ciencia pero siempre admite amarme.
