Encontrarte aquí, ver como atravesaste valles y montañas para llegar a mi, para que luego de una llamada telefónica de 1 hora 45 minutos aprox, no salieras de mi mente jamás, para que con una sola mirada me tuvieses fascinada pensando en regresar, en verte de nuevo, atada a tu mirada me mantuve dos años, alegre de tus triunfos, de tus relaciones, sólo pretendía que fueras feliz, igualmente sólo te había visto dos veces, nunca tuve la certeza de que me pensarás de la misma forma, sólo me refugié entre tus lineas, soñando que algún verso fuera para mi, anhelando que notarás mi presencia, que me hablarás. Al mismo tiempo pensando que no lo hicieras, porque tenía miedo. no del rechazo, sino de hacerte daño, pero demostraste que también me pensabas de la misma forma, y quizá desde hace más tiempo, estabas esperando el momento para aparecer y cambiarme la vida.
Puede ser una costumbre tuya, eso de ser inolvidable, de destruir, y reconstruir, de sembrar y recoger, y luego marcharte, seguir con tu dolor, con el alma en duelo, por descubrir que eso que encontraste no es lo que esperaste, sin embargo sin temor a errar, considero de que ya es tiempo de hacer un cambio, no te vayas, piensa lo felices que somos y que seremos.