Cada vez que puedas encuentra aquí un pedazo de aquel escritor sombrío, y con unos destellos incandescentes de luz, que solías ser, te conocí de esa forma, nuestra métrica siendo muy particular e independiente, llegó un punto que hizo que nacieran incógnitas, afirmaciones y pronto exclamaciones...
No dejes de escribir, no lo hagas por mí, hazlo porque sé que es algo que te llena, y de que del mismo modo, te deja sin armas por un momento, déjate llevar por letras que brotan naturalmente de tus poros, y sangra un poco de tinta, notarás que hay algo distinto en ti, algo que te llena la mirada de brillo, algo que ilumina tu vida... Verás que al escribir nuevamente en mí, nacerán más melodías, que pronto interpretaras...
Escribe de la luz, de la obscuridad, de ambos, o de ninguno, escribe desde la cima, o desde el abismo, escribe cuando sientas que me amas, y cuando no. Pero más importante aún, si algún día no estoy, y quieres sentir mi presencia... Escribe, allí encontrarás mis respuestas, creerás que es algo extraño, que ya sean veintisiete capítulos dedicados a un sentir, o a muchos, que se derivan del inmenso amor, que revelan tus ojos, pensarás que estoy demente, y sabes muy bien que es cierto, pero también debes tener la certeza que soy aquella chica tímida que a veces no es consiente de su propia belleza, sólo cuando vi la forma en que me mirabas entendí, que mis ojos no sólo proyectan ternura, sino una inmensa tristeza, que se camuflaba en mi carácter, pero con tu llegada es un sentir que decido cómo me hace feliz, cómo me ayuda a evolucionar, y sí, todo esto es para ti, es un esfuerzo por los dos, por este sentimiento que ha estallado en nosotros éste sin fin de letras, de silencios, de besos, de afecto y de agradecimiento, hace más de cuatro años, aunque sólo somos consientes de ello, hace dos años, sigo aquí, en medio de la literatura, aprendiendo, y borrando... Una y otra vez, con la esperanza, de que algún día me leas, y te sientas profundamente aludido...
