7. BURNING DESIRE

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Ya llegando al desenlace de la velada, los asistentes fueron abandonando la mansión Agreste ya entrada la madrugada. Adrien había pasado parte de la fiesta en compañía de Lila, cuya se había apegado a él desde el primer segundo de la noche.

El joven intentó acercarse a la azabache al divisarla en varias ocasiones entre la muchedumbre, pero siempre que daba con una oportunidad para interceptarla, ella rehuía al arrimarse a su hermano de forma mimosa.

Bien daba la impresión que estuviera molesta, pero no entendía bien el por qué.

- Me iré a casa.- enunció la castaña, devolviendo al rubio al presente al abrazarse a su cuello-. ¿Nos vemos el lunes?

Él visualizó a la euroasiática al lado de la mesa de las bebidas, metiendo los vasos dentro de una bolsa mientras recogía en un semblante hastiado. Entonces, el muchacho se obligó a encarar a la italiana, sonriendo con simpatía.

- Claro.

Ella se apresuró en alzarse sobre sus puntillas, robándole un beso que fue visto por la joven de gemas marinas.

Cuando la Rossi marchó del hogar, su compañero no tardó en mirar hacia donde se encontraba la universitaria, cruzando su mirada con la de ella, quien enseguida regresó su atención en su labor.

Aquello extrañó al zagal. Avanzó con parsimonia hasta la mayor, posicionándose a su lado mientras ella se mantenía ocupada en recoger los recipientes vacíos.

- ¿Marinette?- la susodicha se hizo la desentendida, continuando ofuscada con sus acciones-. Hey...- la tomó del brazo, haciéndola afrontarlo con cansancio-. ... Oye... ¿Todo está bien?

La chica sonrió ladinamente, zafándose con sutileza de su agarre.

- Perfectamente.- murmuró con falsa amabilidad.

« Pues no lo parece... »

- Bien.- se encogió de hombros, humedeciéndose los labios-. ¿Quieres que te ayude a recoger?

Ella ensanchó su sonrisa, cediéndole la bolsa.

- Gracias.- se frotó las manos, retrocediendo despacio-. Yo iré a ver si encuentro a Fel...

Sin permitirle pronunciar una sola palabra, la Cheng se retiró con brío, saliendo al corredor e inspeccionado las ya vacías estancias de la casa.

Estaba intranquila y no entendía el por qué. Creía que todo ese desasosiego venía por el deseo frustrado en relación con el hermano de su novio. Sin embargo, y aunque así fuera, eso era algo que tenía que quitarse de la cabeza.

- ¿Félix?- preguntó la aspirante a diseñadora, recorriendo los distintos rincones de esa especie de palacio-. ¿Hola?

Después de no hallar rastro de su pareja en la planta principal, se dirigió a las escaleras y subió hasta el segundo piso. Cruzando el pasillo en dirección a la habitación de Félix, la cual tenía la puerta abierta de par en par, con una senda de pétalos de rosa invitándola a entrar.

Ese inusual escenario, con las luces tenues que adornaban la estancia, sembraron la duda en su mente. Inmiscuyéndose en el interior y localizando al mayor de los Agreste analizando el espacio.

- ¿Félix?- el mencionando se volteó, sonriendo con travesura al ver a su chica-. ¿Qué es todo esto?

Él caminó hacia ella a un paso relajado, rodeándola por los hombros de forma coqueta.

- Te dije que tenía una sorpresa preparada.- sujetó su barbilla, acariciándola con el pulgar-. Una sorpresa que solo tú puedes darme...

Marinette cada vez se sentía más confundida, llevándose una mano a la sien.

||+18|| ADRINETTE                                           × SHE'S NOT MINE ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora