Al día siguiente, Marinette despertó antes de que los primeros rayos del sol se filtraran por la ventana; dándose la vuelta y encontrando el rostro apacible y dormido de su novio.
Después de aquella noche de desfase, la joven se había quedado con una extraña sensación en el cuerpo. Aún y así, no le dio demasiada importancia y se destapó con cuidado, para después de unos instantes ponerse de pie con pereza.
Félix se removió en el colchón y ella lo contempló en silencio. Viéndose interrumpida por el rugir de sus tripas.
« Genial, a buenas horas me entra hambre. »
Avanzó hasta el butacón ubicado en uno de los extremos de la estancia, y tras echar un rápido vistazo al rubio, tomó una de sus camisetas holgadas y se vistió con ella con presteza.
Después, salió al pasillo. Todo estaba silencioso, pues nadie más, aparte de los hermanos Agreste y ella, se hallaba en la prominente morada.
La azabache caminó por los pasillos del hogar con sigilo, bajando las escaleras principales y cruzando el amplio recibidor en dirección a la cocina, en un estado ausente y pensativo.
Sin embargo, cuando irrumpió en la estancia, sus ojos fueron captados por el muchacho que restaba sentado en una de las sillas alrededor de la isleta central; con los brazos cruzados sobre la superficie y el rostro hundido entre ellos.
Ella se quedó quieta al contemplarlo, dudando de si regresar a la habitación, o saciar su apetito matutino.
« Venga, Marinette. No seas tonta; actúa como siempre. »
La joven avanzó en una pose más confiada tras oír los reproches de su subconsciente, pasando por el lado del varón y yendo hasta la nevera para sacar un frasco de leche de su interior.
En cuanto cerró la puerta del frigorífico, el menor se exaltó, dando un brinco y focalizando sus esmeraldas adormiladas en la figura de aquella bella ninfa.
- ¿Marinette?- inquirió con voz cansada, tallándose los ojos-. ¿Qué haces aquí? ¿No es muy temprano?
La euroasiática tomó la caja de cereales de uno de los estantes y tomó asiento enfrente del adolescente, sirviéndose con parsimonia la leche en un bol.
- Tenía hambre.- comentó con un encogimiento de hombros, mirando discretamente el semblante del rubio-. ¿Y tú?
Él la contempló detenidamente, sin poder evitar que imágenes de horas antes acudieran a su mente a traición.
- Yo... Supongo que padezco insomnio.- murmuró con una débil sonrisa.
- ¿Insomnio?- titubeó con las cejas enarcadas y una expresión granuja-. ¿Qué es eso que te quita el sueño?
Al formular esa pregunta, la mirada de ambos coincidió en un mismo punto. Quedándose momentáneamente sin palabras y sin poder eludir el contacto visual el uno en el otro.
« ¿Por qué tengo la impresión de que debía haberme callado? »
Una suave risa por parte del menor disipó esa atmósfera enrarecida que los envolvía; incorporándose y buscando un vaso de uno de los armarios, para servirse un poco de jugo de naranja de la nevera.
- Mi insomnio ya es algo habitual de los últimos años.- explicó con porfía-. Debe ser que pienso demasiado.
La Cheng se mordió el labio inferior, estudiando al chico con deleite en esa vestimenta de camiseta de manga corta blanca y pantalón de chándal azul marino, que lo favorecía gratamente.
- Y... ¿En qué piensas?- indagó con curiosidad.
« En ti... »
Se aclaró la garganta antes de responder.
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||+18|| ADRINETTE × SHE'S NOT MINE ×
FanfictionFélix y Marinette son pareja desde hace dos años. La pareja soñada para algunos, y un completo caos para sus allegados. Adrien es el hermano menor de Félix. Atractivo, casanova, soltero, y... Muy a su pesar, prendado de la única chica que no puede t...