Después de esa marcha repentina, Marinette no tardó en ir tras Adrien para saber el motivo que lo había impulsado a retirarse con tanto apremio, y con una aparente molestia, que no llegaba a comprender.
No creía que hubiera ocurrido o dicho algo que pudiera haberlo lastimado; al menos, no por su parte. En cuanto a su hermano, albergaba la posibilidad de que sus revelaciones lo afectaran por su despreocupación e indiferencia al hablar.
De todas formas, y hasta que no conversara con él, aquello no eran más que meras especulaciones sin confirmar, por lo que sin andarse por las ramas, aligeró el paso hacia la mansión Agreste.
Aún le costaba sopesar todo lo que Félix le hubo confesado, y mentiría si dijera que no se había llevado una desilusión; pues independientemente de sus sentimientos hacia Lila, le defraudó su poco tacto al defender su postura y no tener en cuenta el daño que sus actos podían ocasionar.
No podía culparlo de haberse enamorado de otra chica, porque al igual ella se había flechado de su hermano menor. Sin embargo, esperaba más confianza y estima del universitario, dados sus años de relación; una estima y confianza que al final no fueron más que hipocresía.
Pasados unos minutos, la azabache llegó a destino y se detuvo justo enfrente del portal principal de la casa para llamar al timbre sin vacilar.
Lo más importante en ese entonces era Adrien, y con el tema de Félix ya solventado, tenía que saber que tenía al menor de los Agreste en ese estado convulso con el que se había marchado.
- ¿Diga?
Ella se exaltó al oír la voz monocorde del rubio a través del interfono y se aclaró la garganta.
- Adrien, soy yo... Marinette.
Silencio fue todo lo que recibió ella en respuesta y los nervios la paralizaron temerosa.
- Ahora estoy ocupado.- murmuró sin ganas-. Mejor hablamos mañana.
Aquello dejó a la fémina con los ojos abiertos de par en par y la incertidumbre bañando su rostro.
- ¡¿Có-cómo?! Adrien, abre ya la...- se interrumpió al escuchar como se cortaba la comunicación y el enfado la invadía-. Será idiota, ¿y ahora qué coño le ocurre? ¿Es que le ha bajado la testosterona?- volvió a tocar el timbre con insistencia y exasperación, pero esta vez nadie atendió a su reclamo y ella se fue enfurruñando más-. ¡Agh! ¡Estúpido gato!
Se dio media vuelta con facciones contrariadas y los brazos cruzados, luego echando un vistazo al callejón que quedaba en uno de los laterales de la edificación y que conducía a la parte trasera del hogar.
Estuvo unos instantes pensativa y no terminando de tenerlo del todo claro, pero después de enfrascarse en sus pensamientos, se decidió con una sonrisa pilluela.
« Bien, tú te lo has buscado. »
.........
Adrien estaba tendido en la cama de su cuarto, con la vista en el techo mientras lanzaba una pelota de tenis hacia el aire una y otra vez. En su interior se desataba un cúmulo de emociones que lo tenía dando vueltas sin sentido.
Sentía rabia por la desfachatez demostrada por su hermano, y tristeza y miedo de creer que aquella a quien llamaba su princesa, pudiera albergar amor hacia su ex pareja.
No tenía nada por seguro, ya no sabiendo qué creer y con el corazón preparado para resquebrajarse en cualquier instante. Quizás debería haber dejado pasar a Marinette y tranquilizarse con su compañía, pero las dudas que se habían amontonado en su cabeza no permitieron que aquello sucediera.
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||+18|| ADRINETTE × SHE'S NOT MINE ×
FanfictionFélix y Marinette son pareja desde hace dos años. La pareja soñada para algunos, y un completo caos para sus allegados. Adrien es el hermano menor de Félix. Atractivo, casanova, soltero, y... Muy a su pesar, prendado de la única chica que no puede t...