Al día siguiente, Marinette despertó con su mente aún hecha un lío. Después de ese pensamiento revelador, que ya no sabía por dónde tirar sin desquiciarse.
Primero, y antes de que su memoria le fallara, compró la píldora en la farmacia y ingirió enseguida para evitar un posible embarazo. Asegurándose de que todo quedaba bajo control.
Seguidamente, fue hacia la Universidad y trató lidiar con las distintas lecciones con normalidad. Aplicándose en las distintas materias, por tal de acallar las divagaciones de su propia mente, y también poner un poco de orden en sus alteradas emociones.
Lastimosamente, lo que deseaba era algo que la acechaba como a un réquiem en su cabeza. Diciéndole una y otra vez la misma frase: Estoy enamorada de Adrien.
Aquello era algo que la atemorizaba y alegraba en misma medida. Quizás quisiera creer que eso no era más que una ilusión engañosa; pero en el fondo, sabía que esa necesidad de él, y el rechazo de los últimos días hacia Félix, significaban algo más que un mero encaprichamiento o deseo.
La situación no era fácil, aún y así, tenía que ver cómo actuar a partir de ese descubrimiento. Un descubrimiento que podía significar poder alcanzar su felicidad, o tener que vivir una mentira, al no sincerarse del todo con su actual pareja.
Al terminar las clases, la azabache fue acompañada por Alya hasta la salida del centro. Compartiendo un silencioso trayecto por los pasillos de la Universidad, que la morena se encargó de romper al ver el semblante absorto de su mejor amiga.
- ¿Ocurre algo, chica?
La euroasiática ojeó a su compañera, luego aferrándose a la tira de su mochila con la vista fijándose en los pasos que daba.
- Nada, sólo... Pensaba en los finales.
La joven de lentes la miró con más atención.
- ¿En los finales?- inquirió no muy convencida-. ¿Desde cuándo te preocupan los exámenes?
- Pu-pues... Desde siempre.- contestó con una risita nerviosa, colocándose un mechón detrás de la oreja-. En breve terminaremos, y... No me gustaría suspender.
- Claro.- se carcajeó la de mirada ambarina, soltando un suspiro-. ¿No será que cierto chico rubio y de ojos verdes te trae de cabeza?
- ¡¿Có-cómo?! ¡Por supuesto que no!- negó con las mejillas sofocadas-. ¿Qu-qué clase de preguntas son esas?
Alya rio por lo bajo y se arrimó a su aliada con camaradería.
- Supongo que fue algo que se me ocurrió.- fijó sus marrones al frente y su sonrisa se ensanchó-. Y hablando de eso, me parece que alguien ha venido a buscarte...
Marinette la observó dubitativa, luego siguiendo el foco de sus luceros e identificando recargado en una de las columnas de la entrada del edificio, a ese adolescente de cabellos dorados revisando su móvil de forma abstraída.
- Adrien...
El corazón le dio un vuelco al verlo a unos metros de distancia. Notando sus pómulos llamear y su respiración intensificarse, en cuanto él alzó el rostro y la miró con una sonrisa veraz. Saludándola con un movimiento de la mano, que ella correspondió medio aturdida.
La aspirante a reportera oprimió una risita al fijarse en los dos jóvenes, inclinándose sobre el oído de su compañera con una expresión vivaracha.
- Voy a ir un rato a la biblioteca, ¿crees que pueda dejarte a solas con tu cuñado o necesitas vigilancia?
La euroasiática se ruborizó y ojeó a su amiga con un deje de desesperación.
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||+18|| ADRINETTE × SHE'S NOT MINE ×
FanfictionFélix y Marinette son pareja desde hace dos años. La pareja soñada para algunos, y un completo caos para sus allegados. Adrien es el hermano menor de Félix. Atractivo, casanova, soltero, y... Muy a su pesar, prendado de la única chica que no puede t...
