19. LITTLE LIES

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Félix quedó descolocado ante las acusaciones del menor. Tardando unos instantes en reaccionar y dibujar una sonrisa despreocupada en su rostro.

- ¿De qué estás hablando, hermanito?- se mofó el universitario.

Al ver la actitud vanidosa del primogénito, el adolescente sintió como la rabia crecía en su interior al dirigirse a su opuesto.

- ¿En verdad vas a hacerte el desentendido?- instó con voz intransigente-. Te he visto besándote con Lila en un local del centro.- masculló a regañadientes, haciendo que su hermano restara enmudecido-. Y, según lo que yo tengo entendido, no deberías ir morreándote con otras.

- Adrien...

- ¿A qué estás jugando, Félix?- espetó con los puños apretados-. ¿Por qué estás engañando a Marinette?

- Yo no la estoy engañando.

- ¿Ah, no? Entonces, dime... ¿Desde cuando tú y Mari acordasteis ya no tener limitaciones entre vosotros?

Hubo unos segundos de silencio que no hicieron más que intensificar la tensión en el ambiente. Félix inspiró profundo, aseverando sus rasgos al pronunciarse de nuevo.

- No creo que esto sea algo de lo que yo tenga que darte explicaciones.

- Quizás a mí no, pero a tu novia sí.- farfulló sin rebajar el tono-. Ella no se merece lo que le estás haciendo.

- Lo que se merezca o no, no es asunto tuyo.- espetó sin miramientos-. Además, ¿quién te crees que eres para ir sermoneando a los demás? ¿Acaso te crees mejor que yo?

- No.- contestó en el acto, dando un paso hacia él-. Lo que me creo, es ser más digno que tú.

Esa contestación hizo que un matiz malicioso asomara por el rostro del mayor al analizar al que entonces era su oponente.

- ¿Más digno?- preguntó jocoso-. Así pues... ¿Piensas que tú puedes ser más buen novio para Mari?- el segundo de los Agreste agachó la cabeza y Félix se creció-. No creas que no me he fijado en cómo la miras, hermanito.- se acercó más y su sonrisa se tornó más despiadada-. En parte, deberías estar contento de que gracias a mí pudiste meterte entre sus piernas.

Sin ya poder soportar esa discusión, Adrien empujó con rudeza a su contrincante y alzó el puño con intención de propinarle un golpe certero en la cara. No consiguiendo más que el mayor bloqueara su ataque, y que en defensa propia, respondiera con un puñetazo en la mandíbula del adolescente, que lo hizo tambalearse hacia atrás.

- ¿Ahora me atacas?- provocó jactancioso el de gemas grises-. Eso no es propio de ti.

El jovenzuelo se recompuso y frotó la zona del impacto. Actuando ágilmente al golpear el regazo de su contrario y empezar una confrontación enardecida.

Uno y otro reaccionaban con rabia en cada asalto. Agrediéndose ya sin contención ni miramientos, al alimentar esa furia que nacía en su interior y de la cual no conseguían desentenderse.

- Eres tan patético...- se rio Félix con acritud, tomando el cuello de la camisa del menor mientras le daba otro puñetazo-. Pillado de una chica con la que no tienes ni la más mínima posibilidad.

Adrien lo escupió a la cara con asco.

- Tú sí que eres patético.- farfulló irascible, forcejeando y sujetando sus muñecas-. Descargando tu mierda conmigo, en vez de admitirle lo capullo que eres a la chica que supuestamente amas.

Los dos se miraron ansiosos y con sus impulsos desbocados. Sin optar por realizar ningún contraataque en ese cruce de miradas encolerizadas.

- ¿¡Se puede saber qué demonios está pasando aquí!?

||+18|| ADRINETTE                                           × SHE'S NOT MINE ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora