Ya había llegado el sábado. Tras una larga semana de clases, el día que tanto había temido Adrien se presentó con una mañana soleada que lo obligó a madrugar para ir con una pequeña mochila al hogar de su novia.
Iba a pasar el fin de semana con los padres de la azabache y, aunque en parte le alegraba, no podía evitar sentirse abrumado por la situación.
« Estate tranquilo. Todo saldrá bien. Mantén las manos quietas y sobrevivirás. »
Durante el trayecto hasta la vivienda de Marinette, su subconsciente lo atormentaba sin tregua ni compasión. Imaginando los peores escenarios que podían presentarse y hacer fracasar la relación con su doncella.
Cansado de las malas jugadas de su mente, el rubio aceleró el paso por las calles de la ciudad, no tardando en llegar a su destino y vislumbrar en la distancia a la bella chica que aguardaba ansiosa en la acera de enfrente de su morada.
Una tierna sonrisa se dibujó en los labios del muchacho, quien en un aire más calmado, se aproximó al encuentro de la distraída universitaria.
- Buenos días, Bichito.- saludó desde sus espaldas.
La joven se volteó en el acto, con su rostro iluminándose al reconocer a su apuesto novio.
- ¡Adrien!- corrió hacia él con entusiasmo, saltando a sus brazos y besándolo con pasión y entrega-. Qué bien que ya estés aquí...- expresó en un anhelante susurro, apegándose a su cuerpo mientras él la sostenía por los glúteos.
- Yo también me alegro de verte, Princesa...- inspiró su dulce aroma a vainilla, sonriendo cerca de su boca.
- Estaba deseando que llegara el fin de semana.- puso los pies al suelo, alzándose sobre sus puntillas mientras se abrazaba afectuosa al cuello de su chico-. Hasta he conseguido que mis padres nos dejen compartir habitación.
El adolescente agrandó los ojos con espanto.
- Que has conseguido... ¿Qué?- preguntó aterrado-. ¿Qué significa eso?
Ella rio despreocupada.
- Calma, minino, que no es nada malo.- suspiró sosegada-. Le comenté a mi madre la situación e hizo la reserva en el hotel para que pudiéramos dormir juntos, ¿a que es genial?- celebró denotando énfasis y luego sus facciones se ensombrecieron de repente-. Eso sí, mi padre no tiene ni idea, así que intenta que no se te escape o estamos jodidos.
« Estupendo, voy a morir. »
- ¡Adrien!- nombró Sabine al aparecer por detrás de su hija con una amplia sonrisa-. Qué puntual, ¿cómo estás?
- Señora Cheng.- se acercó a la mujer, saludándola con un beso en cada mejilla-. Muchas gracias por invitarme a pasar el fin de semana, es... Todo un detalle por su parte.
- No es nada, chico.- murmuró con simpatía, posicionándose después al lado de su primogénita-. Espero que no te intimide pasar unas horas con tus suegros.
- En absoluto.- negó lo más sereno que pudo-. De hecho, estaba deseando tener la oportunidad de conocerlos.
- ¿De verdad?
Todas las miradas se dirigieron a un lado, reconociendo al hombre fortachón y de semblante serio que se acercaba en una pose intimidatoria, donde se hallaba el menor en compañía de las dos féminas.
- Hola, papá.- intervino espontánea su hija al arrimarse a su pareja en una actitud conciliadora-. Te presento a Adrien, él es... Mi novio.
Tom examinó con desagrado al zagal, adhiriendo sus verdes a los de su yerno.
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||+18|| ADRINETTE × SHE'S NOT MINE ×
FanfictionFélix y Marinette son pareja desde hace dos años. La pareja soñada para algunos, y un completo caos para sus allegados. Adrien es el hermano menor de Félix. Atractivo, casanova, soltero, y... Muy a su pesar, prendado de la única chica que no puede t...