Adrien_19:48
Soy y seré todo lo que tú quieras que sea, Princesa.Después de leer la respuesta que Adrien le hubo enviado, la azabache no supo cómo lidiar con el sueño durante la noche. Sus latidos se habían acelerado para no darle tregua, y en sus pensamientos solo había cabida para el rostro angelical del adolescente.
Ya al día siguiente la situación no cambió demasiado, pues en cada acción que la muchacha llevaba a cabo, su mirada se perdía en la nada al recordar una y otra vez esas palabras que él le contestó.
Daba gracias que sus padres estaban suficientemente atareados con los pedidos de la pastelería, como para prestarle atención a lo que mantenía su cabeza en las nubes. Aún y así, la fémina no sabía cómo afrontar esos florecientes sentimientos que la tenían entre la espada y la pared.
Tanto daba cuánto se esmerara en silenciar la voz que la reprendía en su interior. Tanto daba cuánto quisiera resistirse a sus deseos; pues por más que le pesara, ese chico de gemas esmeraldas se había ganado un espacio en su corazón.
Aquello la confundía. Hasta entonces ella había creído querer a Félix, y ahora... ¿Podía querer a Adrien?
Por más que intentara aclarar las ideas, el embrollo se hacía más enrevesado. No podía comparar lo que sentía por el mayor de los Agreste, con lo que el menor despertaba en ella. Eran sentimientos que, aún y ser parecidos en algunos aspectos, a la hora de profundizar eran completamente opuestos.
De todas maneras, no podía seguir atormentándose con ello, sobre todo cuando en breve iba a reunirse con aquel chico enigmático con sonrisa de revista.
Tras una mañana ajetreada y una posterior comida en familia, los padres de Marinette se preparaban para salir a dar una vuelta y ver una película en el cine. Por lo que la universitaria aprovechó en citar a Adrien con un margen de media hora en su casa.
- ¿No vas a salir?- preguntó Sabine.
La euroasiática se encontraba recostada en el sofá, alzando la mirada para ver a su mentora terminando de acomodarse los pendientes.
- Esto... No, hoy me quedaré en casa.
- ¿Y Félix?
- No se encuentra bien.- murmuró con aborrecimiento, fijando la mirada en el televisor-. Tenía el estómago revuelto, o algo así...
La mujer estudió a su primogénita con extrañeza, acercándose a ella con una expresión serena, pero igual curiosa.
- ¿Va todo bien entre vosotros?- esa pregunta sorprendió a la chica, y la mayor prosiguió con una sonrisa amable-. Lo digo porque no te ves muy animada.
- Oh, eh... Sí, sí, todo está bien.- suspiró con pesadez-. Tranquila, mamá, no tienes de qué preocuparte.
- ¿Estás lista, cariño?
Sabine se volteó, identificando a su marido aguardando por ella en el marco de la puerta.
- Sí, cielo.- volvió a mirar a su descendiente y se inclinó para besar su frente-. Aprovecha para descansar.
- Y vosotros pasadlo bien.
La mujer caminó donde se encontraba su cónyuge, jalando de su brazo para acto seguido ambos marchar hacia la salida, al ya haberse despedido de su hija.
Una vez a solas, Marinette se puso de pie de un salto y corrió hasta su habitación para cambiarse de atuendo; eligiendo del armario una camiseta de tirantes de color rojo y unos shorts negros, que dejaban a la vista sus estilizadas piernas.
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||+18|| ADRINETTE × SHE'S NOT MINE ×
FanfictionFélix y Marinette son pareja desde hace dos años. La pareja soñada para algunos, y un completo caos para sus allegados. Adrien es el hermano menor de Félix. Atractivo, casanova, soltero, y... Muy a su pesar, prendado de la única chica que no puede t...