« ¿Por qué me siento así? ¿Qué me está pasando? »
Esas preguntas se repetían una y otra vez en la mente de Marinette por lo acontecido ya hacía poco más de una semana con el menor de los Agreste. Desde casi haber sucumbido a la tentación de besarlo, que había decidido eludirlo a toda costa.
Las visitas en la mansión se vieron reducidas, y tampoco pareció que Félix pusiera pegas en el asunto. Aquello le sorprendió un poco a la joven, pero consideró que él estaría ocupado estudiando para los exámenes finales y no le dio más importancia.
Entretanto, en su mente se desataba el caos. Pues por más que quisiera quitarse a ese chico de mirada esmeralda de la cabeza, no había forma humana de que su subconsciente no la traicionara.
En verdad, deseaba verlo. Lo deseaba cómo no lograba hallar explicación a esa necesidad que tenía de él.
Era jueves. Acabadas las clases, decidió dar una vuelta por las calles de la ciudad para así despejar la mente y acomodar sus pensamientos. Tenía que aclarar las ideas y centrarse de nuevo, por lo que en su solitario trayecto, sacó el móvil del bolsillo de su pantalón para marcar el número de su novio.
La idea era quedar e ir a tomar algo. No obstante, cuando creyó que su llamada era atendida, saltó el buzón de voz.
La universitaria resopló abatida, mirando el aparato con porfía al colgar definitivamente. Luego, sus ojos estudiaron el paisaje de su alrededor y reconoció el vecindario.
Estaba cerca del instituto de Adrien. Si quisiera, podría acercarse e ir a verlo. Aquella idea la sobrecogió y aceleró sus latidos en una fracción de segundo, debatiéndose internamente en qué elección tomar.
« Tampoco tendría por qué pasar nada... »
Dudas y más dudas la asaltaban, creando una nube de indecisión. Aún y así, sus pies comenzaron a avanzar por instinto y sus conjeturas iban siendo aplacadas por los dictados de su corazón.
Tal vez se sintiera culpable de no saber refrenar esos nuevos e irracionales impulsos, pero mismamente, anhelaba reencontrarse con el adolescente.
Cuando llegó a sitio, revisó con impaciencia el móvil, fijándose en que ya habían pasado diez minutos de la hora de salida y en cómo varios alumnos abandonaban el centro entre risas y amenas conversaciones.
Ella buscaba entre el gentío, esperando encontrar a ese muchacho de sonrisa de revista. Pero cada segundo que pasaba sin rastro de él, era una tortura para la universitaria.
« Tal vez ya se haya ido a casa. »
Aquel pensamiento la desalentó. Sin embargo, cuando a lo lejos vio a ese rostro conocido, su desilusión fue sustituida por una emergente sensación de alegría. Él aún no se había percatado de su presencia, avanzando en su dirección en un semblante reflexivo y ausente.
Marinette aguardó quieta en su posición. Esperando a que el joven la viera al irse aproximando donde ella se encontraba, con los nervios instalándose en la boca de su estómago.
Ya poco faltaba para que se encontraran. Solo unos pocos metros de separación. Pero en ese momento que parecía nunca llegar a su fin, la entrada en escena de una chica de larga melena oscura y un mechón violeta en el flequillo lo hizo trastabillar todo.
La euroasiática observó a esa desconocida hablar con el rubio de una forma de lo más amistosa. Sin que las risas faltaran en esa indeseable imagen que estaba haciendo añicos a la mayor. Entonces, se miró a sí misma, sintiendo pena y vergüenza de cómo estaba actuando.
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||+18|| ADRINETTE × SHE'S NOT MINE ×
FanfictionFélix y Marinette son pareja desde hace dos años. La pareja soñada para algunos, y un completo caos para sus allegados. Adrien es el hermano menor de Félix. Atractivo, casanova, soltero, y... Muy a su pesar, prendado de la única chica que no puede t...