Capitulo 1

10.3K 478 24
                                    

Juliana
Hoy llegue al atelier, tengo que terminar esta colección de primavera verano. Comienzo a buscar los bosquejos, dejo todo el material sobre mi mesa de trabajo, allí se encuentran todas y cada una de mis ideas. Al menos las pocas que tuve antes de todo este caos que es hoy mi cabeza. Lo observo una y otra vez, pero nada sucede. Hoy soy como un mar revuelto, hay tanto en él. Pero lo real que es no puedes verlo, todo es borroso, con ruidos estridentes. Tenía todo planeado, lo veía tan claro en mi cabeza. Sabía exactamente qué hacer y cómo hacerlo, hasta podía verla a ella al final de la pasarela tomada de mi mano para cerrar nuestra presentación. Desde que soy diseñadora de moda, todo funcionó de esa manera para mí. En estos cinco años de profesión, nunca sentí un obstáculo en mi capacidad de crear, de llevar a cabo cada visión de mis clientas e incluso la mía. Pero todo cambió, ya no es así...Intento buscar la manera de relajarme, hago un paso hacia atrás y abandono mi mesa. Muevo mis hombros y el cuello para liberar la tensión que solo me genera el no poder hacer nada. Tengo todo allí, frente a mí y me es tan ajeno... Con cierta resignación me dirijo hasta la ventana, miro hacia afuera. Las personas caminan despreocupados de su alrededor, cada uno de ellos en sus mundos, con sus batallas. Elevo mi vista y puedo ver el parque al que siempre nos escapábamos para un latte, acompañados de esos panecillos deliciosos. Inevitablemente, se dibuja una sonrisa en mí, porque son recuerdos tan felices. Al parecer una suave brisa de este reciente otoño, acaricio el ya tenue verde teñido de amarillo de las copas de los árboles. Que al moverse hacen que las palomas vuelen de sus ramas y una de ellas se posa en mi ventanal, el zurear que emite me trae a la realidad. Este noviembre tiene un comienzo gris, como se refleja en el cielo, arriba, en lo alto.Suspiro pesadamente, como intentando liberarme de esta carga que me asfixia. Cruzo mis brazos a la altura de mi pecho y apoyo mi hombro al marco de ese ventanal de cristales enormes. Otro de-6talle de mi esposa, ella quería que yo tuviese la luz de sol suficiente. Escucho cómo el equipo se moviliza en los otros ambientes. Este lugar siempre se sintió como una extensión mía, ya no se siente igual. Tal vez por eso la sigo buscando en sus rincones y solo percibo una añoranza tan cruda. Vuelvo a mi escritorio y hasta ahí llegaron mis ganas, nada va a suceder, no puedo siquiera tomar el lápiz y trazar una simple línea. Desde que me senté, transcurrió una hora, y solo tengo estos borradores y cientos de ideas truncadas...Me reclino en el sillón y volteo mi cabeza hacia la pared de mi lado izquierdo. Ahí te encuentro, recuerdo perfectamente ese día..—¡¡Juliana, necesito que te apures!!... -grita Valentina desde el piso de abajo. Cuando estoy descendiendo las escaleras, me detengo y la observo arreglarse frente al espejo. Me es imposible no perderme en ella, en su belleza. Siempre fue característica en Victoria una delicada elegancia, que se acentuó aún más por el modelaje. Su cuerpo poseía las curvas exactas en un porte exquisito a la vista y, aunque es habitual en el medio ver a mujeres rubias, ella, de alguna manera, sobresalía. Su largo y rubio cabello combinaba a la perfección con el azul cristalino de sus ojos. A veces me siento como cuando la vi pasar por primera vez a través de esa vidriera, todo fue atrapante, literalmente yo olvidé lo que estaba haciendo porque no pude quitar mis ojos de ella. Ni siquiera sabía que estaba sintiendo, solo quería mirarla. Me acerco en silencio y la abrazo por detrás, recargo mi cabeza en su hombro y beso su cuello. Cierra sus ojos y permanecemos un instante así. Su aroma inunda cada uno de mis sentidos, hasta las fibras más profundas. En ese momento, quien tiene los ojos cerrados soy yo, y los mantengo de esa manera hasta que escucho un sonido: ella había tomado una foto.—Esta foto es perfecta... -Valentina dice. Con una sonrisa, sus ojos brillan tanto..Quito una lágrima que, no me percaté, pero se deslizó en mi mejilla.¿Cómo voy a hacer para seguir sin Valentina? ¿Qué se supone que debo hacer con todo este amor que llevo dentro? Es tan difícil. ¿Cómo se 7hace para bloquear o aislar un sentimiento así? Yo no quiero hacerlo, simplemente porque no puedo, no todavía, y francamente no sé si algún día podré. Nuevamente, junto todos esos papeles dispersos en mi escritorio y los guardo en la carpeta. Con mi portafolio en mano, vuelvo a caminar por ese pasillo hacia la salida. Algunos de los integrantes del equipo me miran pasar. Yo solo me despido con un gesto de mi mano en el aire, ellos lo entienden perfectamente. Aparentemente, esta es mi nueva vida, una que jamás, ni en mis remotas pesadillas, pude imaginar tener. Así no se suponía que mis días-inmediatamente corrijo ese pensamiento- ¡qué nuestros días transcurrieran! Con total resignación, marco planta baja en el ascensor para regresar a nuestro hogar. Ya ni siquiera sé cómo debo decirle, porque en mi corazón sigue siendo nuestro hogar. Otro día más, otro intento más y no lo logré.

Miráme Otra Vez (Elegida Para Los Watty2020- 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora